Los efectos de la fiebre consumista

Son varias las interpretaciones que se dan a este renacimiento de la prensa en Portugal, aunque quizás todas tienen una parte de verdad. Para muchos, representa tan sólo un epifenómeno, fruto de la fiebre consumista y de la frivolidad que se apoderó de la sociedad portuguesa, después de tantos años de puritanismo y austeridad, y que tantos dolores de cabeza está provocando al ministro de Economía, Miguel Cadilhe.Hay quien predice para la euforia periodística el mismo triste fin que para la fiebre bolsista-de 1987, que dejó el mercado de capitales destrozado y a tantos yuppies de andar por casa...

Son varias las interpretaciones que se dan a este renacimiento de la prensa en Portugal, aunque quizás todas tienen una parte de verdad. Para muchos, representa tan sólo un epifenómeno, fruto de la fiebre consumista y de la frivolidad que se apoderó de la sociedad portuguesa, después de tantos años de puritanismo y austeridad, y que tantos dolores de cabeza está provocando al ministro de Economía, Miguel Cadilhe.Hay quien predice para la euforia periodística el mismo triste fin que para la fiebre bolsista-de 1987, que dejó el mercado de capitales destrozado y a tantos yuppies de andar por casa con tremendas resacas. Pero- la convicción general es de que entre los muertos yheridos, algunos han de sobrevivir", y en la ola van surgiendo proyectos profesionales que apuestan sobre todo por la información y cuya ambición es la de "rellenar los vacíos" de la oferta nacional, hasta ahora parcialmente cubiertos por la compra de periódicos y revistas extranjeras.

No es una casualidad que la revista Sábado, de Joaquim Letria, adopte el formato y el grafismo de Time Magaziine, aunque su contenido sea más próximo de la española Cambio 16, más descafeinado, o que el jovencísimo Independiente se esfuerce en traducir en portugués las corrientes del "nuevo periodismo", con más acierto en la cosmética que en la investigación, un tanto ultralight.