'In memoriam'

Acaba de desaparecer una de las grandes figuras de la Europa de la posguerra. Franz Josef Strauss, al que he tenido la honra de tratar a lo largo de más de 20 años, es una figura apasionante, mucho más interesante, por supuesto, que los estereotipos que de él se han querido presentar.Strauss era un hombre de espléndida humanidad, gran amador de la vida, de la buena mesa, de la caza, de la música, de la gente. Acusó de modo terrible la reciente muerte en accidente de su encantadora esposa, Marianne.

Viajero infatigable

Viajero infatigable, que pilotaba su propio avión, cono...

Acaba de desaparecer una de las grandes figuras de la Europa de la posguerra. Franz Josef Strauss, al que he tenido la honra de tratar a lo largo de más de 20 años, es una figura apasionante, mucho más interesante, por supuesto, que los estereotipos que de él se han querido presentar.Strauss era un hombre de espléndida humanidad, gran amador de la vida, de la buena mesa, de la caza, de la música, de la gente. Acusó de modo terrible la reciente muerte en accidente de su encantadora esposa, Marianne.

Viajero infatigable

Viajero infatigable, que pilotaba su propio avión, conocía el mundo y sus líderes de primera mano, tal vez como ningún otro. Era un hombre emprendedor en lo público como en lo privado, lo cual le ayudó mucho a su empresa de industrializar Baviera, antes una región sólo agraria y turística.

Era bávaro de los pies a la cabeza, con un profundo sentido regionalista. Defensor del Estado Libre de Baviera, era al mismo tiempo alemán patriota siempre al servicio de la patria grande; era un europeo de cuerpo entero y una de las voces más claras, en medio de una Europa confusa.

Ha sido presentado como un hombre intransigente en las relaciones Este-Oeste; supo demostrar que no lo era, en cuanto hubo un mínimo de apertura en Moscú.

Se le ha descrito como demasiado conservador; fue un modernizador, con éxito, de Baviera. Era inmensamente popular y nadie sintonizaba como él con la Fiesta de Octubre o con la famosa Cervecería de Palacio, el símbolo de la Baviera popular.

El doctor Strauss era hombre de gran cultura y uno de los oradores más eficaces del Bundestag.

El error del 'Spiegel'

Como todo el mundo, cometía errores, y uno de los más graves fue el que le enfrentó con el influyente semanario Spiegel y con la mayoría de la Prensa europea. Ello no puede servir de pretexto para desconocer ni la categoría de su persona ni la magnitud de su obra política.

España, en fin, que visitaba muy a menudo (más la Costa del Sol que Madrid), tenía en él un gran amigo. Descanse en paz aquel torrente de energía vital e intelectual que fue Franz Josef Strauss.

Manuel Fraga Iribarne es miembro del Parlamento Europeo y presidente de la Fundación Cánovas del Castillo.