Miles de kurdos, iraquíes, forzados a huir a Turquía

Miles de kurdos iraquíes se han precipitado hacia Turquía en los últimos días huyendo de la ofensiva del Ejército de Bagdad, que trata de esconder con ataques mortíferos el rastro de la utilización de armas químicas contra este pueblo, de la que ha sido reiteradamente acusado. Fuentes oficiales turcas han anunciado que el Gobierno de Ankara ha formado una comisión que estudiará en el terreno la eventual utilización de armas químicas por parte de Irak.

Desde el pasado 28 de agosto se suceden los bombardeos de las tropas de Sadam Husein en el Kurdistán, en medio del terror de la población...

Miles de kurdos iraquíes se han precipitado hacia Turquía en los últimos días huyendo de la ofensiva del Ejército de Bagdad, que trata de esconder con ataques mortíferos el rastro de la utilización de armas químicas contra este pueblo, de la que ha sido reiteradamente acusado. Fuentes oficiales turcas han anunciado que el Gobierno de Ankara ha formado una comisión que estudiará en el terreno la eventual utilización de armas químicas por parte de Irak.

Desde el pasado 28 de agosto se suceden los bombardeos de las tropas de Sadam Husein en el Kurdistán, en medio del terror de la población, que sufre desde marzo de este año los horrores de las armas químicas, que han causado miles de muertos y heridos.Más de 100.000 kurdos abandonaron sus poblados durante el fin de semana pasado para buscar refugio en el vecino país. El Gobierno turco mantiene sus puertas abiertas a este nuevo éxodo, mientras decenas de camiones de la Media Luna Roja (Cruz Roja) se dirigen hacia la zona fronteriza provistos de tiendas, mantas, alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad. En Hakkari, a unas decenas de kilómetros de la frontera, se han instalado ya 7.000 tiendas, cada una con capacidad para 10 personas.

El régimen de Ankara ha ofrecido también asilo temporal a Masud Barzani, líder del Partido Democrático Kurdo (KDP), uno de los grupos guerrilleros más importantes de esta etnia que, históricamente, ha sufrido persecución. La población kurda no alcanza los 20 millones de personas, de las cuales la mitad aproximadamente vive en Turquía, unos cinco millones en Irán, algo menos de cuatro millones en Irak, medio millón en Siria y unos 200.000 en la URSS.

Enfrentamientos

Al inicio de esta nueva migración, las autoridades turcas se mostraron reacias a permitir la entrada a los refugiados. El Ejército de Ankara lleva años combatiendo a las guerrillas del Partido de los Obreros Kurdos (PKK), que trata de establecer un Estado independiente de ideología marxista-leninista. Según informes difundidos ayer por la agencia Anatolie, en Ankara, ocho soldados del Ejército turco y dos campesinos resultaron muertos el martes, cerca de Erzincan, al este de Turquía, en enfrentamientos con rebeldes kurdos.

Por su parte, fuentes kurdas estiman que en los recientes bombardeos iraquíes han muerto unos 1.300 civiles y más de 60 peshmergas (partisanos kurdos iraquíes). El Ejército de Bagdad ha reforzado el control de los 350 kilómetros de frontera con Turquía y se teme por la suerte de otras muchas personas que aún no han logrado atravesar las montañas que separan ambos países. Según el KDP, unas 40.000 personas se encuentran actualmente sitiadas por las tropas iraquíes en la zona fronteriza.

En medios kurdos es palpable el malestar existente por la actitud internacional hacia esta nueva matanza. Los kurdos se consideran las víctimas del acuerdo de alto el fuego entre Irán e Irak, apoyado por la comunidad internacional, que no ha querido ponerlo en peligro con sanciones a Irak por usar armas químicas. Disidentes kurdos acusan a los organismos internacionales de no haber hecho nada por impedirlo.

Amnistía Internacional (AI) hizo público el pasado viernes un informe en el que confirma la utilización iraquí de armas químicas en el Kurdistán. Al asegura que las "matanzas" de kurdos se inscriben en una "política sistemática y deliberada de eliminar un gran número de civiles" de esta etnia.

El presidente Sadam Husein ofreció el martes una amnistía a todos los disidentes kurdos tanto de dentro como de fuera de Irak. La medida fue recibida con escepticismo y calificada de simple artimaña para acallar las críticas de la comunidad internacional. El KDP instó a la población a rechazar la oferta.