Juan Bravo, de amarillo

Segovia fue ayer una fiesta con sus calles adornadas con pancartas y fotos de Pedro Delgado. De estas expresiones de alegría no se escaparon algunas estatuas de la ciudad, incluida la del comunero Juan Bravo, que amanecieron pintadas de amarillo, así como muchos escaparates y muchas paredes. Esto estaba fuera de programa, por lo que fue calificado por diversos miembros del Ayuntamiento como un acto de ganiberrismo.Pero, pasada del apasionamiento popular aparte, el Ayuntamiento es el primero que sigue volcado hacia Delgado. La comisión de gobierno, que se reunió el martes por la noche, acordó s...

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Segovia fue ayer una fiesta con sus calles adornadas con pancartas y fotos de Pedro Delgado. De estas expresiones de alegría no se escaparon algunas estatuas de la ciudad, incluida la del comunero Juan Bravo, que amanecieron pintadas de amarillo, así como muchos escaparates y muchas paredes. Esto estaba fuera de programa, por lo que fue calificado por diversos miembros del Ayuntamiento como un acto de ganiberrismo.Pero, pasada del apasionamiento popular aparte, el Ayuntamiento es el primero que sigue volcado hacia Delgado. La comisión de gobierno, que se reunió el martes por la noche, acordó solicitar a la Dirección General de la Fábrica de Moneda y Timbre la edición de un sello conmemorativo del triunfo del corredor segoviano en el Tour de Francia de 1988.

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Entre los cientos de telegramas y llamadas teléfonicas de adhesión al homenaje que se recibieron en el Ayuntamiento y el domicilio de la familia del corredor, figura uno del tenor José Carreras en el que afirma que Delgado ha demostrado ser el mejor en la prueba francesa.

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