La Generalitat pide al Gobierno participar en el mando de la policía estatal

La Generalitat de Cataluña ha pedido a la Administración central participar en la mando y coordinación de la policía estatal y ha ofrecido como contrapartida su disposición a no incrementar de una manera sustancial la actual dotación de la policía autonómica. La oferta de la Generalitat ha sido transmitida por el nuevo conseller de Gobernación, Josep Gomis, al gobernador civil de Barcelona, Ferran Cardenal, en su calidad de representante de la parte gubernamental en la Junta de Seguridad, organismo que se reunirá la semana próxima bajo la presidencia del ministro del Interior, José Luis...

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La Generalitat de Cataluña ha pedido a la Administración central participar en la mando y coordinación de la policía estatal y ha ofrecido como contrapartida su disposición a no incrementar de una manera sustancial la actual dotación de la policía autonómica. La oferta de la Generalitat ha sido transmitida por el nuevo conseller de Gobernación, Josep Gomis, al gobernador civil de Barcelona, Ferran Cardenal, en su calidad de representante de la parte gubernamental en la Junta de Seguridad, organismo que se reunirá la semana próxima bajo la presidencia del ministro del Interior, José Luis Corcuera, y del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.Como una medida experimental para conocer las posibilidades reales de coordinación entre ambas policías, la Generalitat sugiere que se abra una comisaría en la que trabajen conjuntamente la policía estatal y la policía autonómica. En la fachada del local no figuraría otro nombre que el de Junta de Seguridad obviándose cualquier referencia a un cuerpo policial concreto. De conseguirse resultados prácticos a corto plazo, la Generalitat propone potenciar la apertura de nuevos locales conjuntos o bien proceder a un reparto de territorios entre las distintas policías, con un mando político y técnico de coordinación conjunto. La postura de Gomis significa, en primer lugar, un cambio radical en la estrategia mantenida durante los últimos años por su antecesor, Agustí Bassols, cuya obsesión había sido incrementar el número de policías autonómicos. El plan de Bassols preveía pasar de los 600 mossos actuales a unos 3.000 en un plazo relativamente corto de tiempo.

La Generalitat pretende ahora modificar su línea de actuación, consciente de que nunca conseguirá influir en las medidas de seguridad que se aplican en Cataluña si no es a través de las decisiones adoptadas en primera instancia por la Administración central. "Se trata de convertir la Junta de Seguridad en una mesa permanente de coordinación que trate no sólo temas de la policía autonómica sino de las policías en general", manifestó un representante de la Generalitat. Todas esas medidas conllevarían una mayor periodicidad de las reuniones de la Junta de Seguridad, ya que en la práctica debería reunirse mensualmente para resolver temas que precisarían de una rápida adopción de medidas.

La postura del nuevo conseller se asemeja a la del ex presidente Josep Tarradellas, que siempre se mostró contrario al desarrollo de los mossos y abogó por el modelo policial de la II República en el que la Guardia Civil y la Guardia de Asalto estaban bajo el control de la Generalitat.

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