Un hermano de Vilallonga da fin a tres horas de secuestro disparando a sus atracadores
El jefe de la sección consular de Estados Unidos en Barcelona y Alfonso de Vilallonga, hermano del escritor José Luis de Vilallonga, han sido algunas de las víctimas de una banda de delincuentes comunes que se dedica al secuestro y posterior robo de viandantes en Barcelona, a quienes obligan a sacar dinero de los cajeros automáticos. Alfonso Vilallonga terminó sus tres horas de secuestro disparando a sus atracadores, uno de los cuales resultó herido.
El pasado viernes los tres integrantes de esta banda de delincuentes secuestraron al diplomático estadounidense John A. Parker y, tras rob...
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El jefe de la sección consular de Estados Unidos en Barcelona y Alfonso de Vilallonga, hermano del escritor José Luis de Vilallonga, han sido algunas de las víctimas de una banda de delincuentes comunes que se dedica al secuestro y posterior robo de viandantes en Barcelona, a quienes obligan a sacar dinero de los cajeros automáticos. Alfonso Vilallonga terminó sus tres horas de secuestro disparando a sus atracadores, uno de los cuales resultó herido.
El pasado viernes los tres integrantes de esta banda de delincuentes secuestraron al diplomático estadounidense John A. Parker y, tras robarle todo lo que llevaba de valor, le dejaron atado a un árbol en un descampado de Sabadell. En la noche del pasado lunes repitieron la misma operación con Alfonso de Vilallonga y su acompañante María Amancia F. B.Los tres delincuentes, armados con navajas, les asaltaron en la calle de Fontcuberta de Barcelona sobre la 1.30 horas, y obligaron a sus víctimas a subir en un coche de marca Opel. Según relató el propio Vilallonga a este diario, el secuestro se prolongó tres horas, tiempo en el que recorrieron distintas entidades bancarias con la pretensión de los atacantes de que sacara dinero con las tarjetas de crédito. Como quiera que Vilallonga, según su relato, dijo no acordarse de la clave secreta de sus cuentas corrientes, los atracadores accedieron a trasladsarle hasta su domicilio, en la calle de Demestre, para que compromobase dicho número.
Vilallonga, que subió solo a su casa, se reincorporó al grupo, para iniciar un nuevo recorrido por distintos cajeros automáticos, que concluyó de nuevo en su domicilio, al que regresó tras ser requerido por los asaltantes para que les entregara todas las cosas de valor. Fue en este momento cuando el asaltado aprovechó para avisar telefónicamente a la policía, al tiempo que cogía el revolver que tenía.
Vilallonga, que es socio del Club de Tiro Olímpico de Barcelona, bajó de nuevo a la calle, y se encaró a los tres asaltantes, que esperaban fuera del coche mientras uno de ellos retenía a María Amancia F. B. colocándole un cuchillo en la garganta. Vilallonga efectuó un primer disparo al aire, mientras que el segundo hizo blanco en Julio Cortés Díaz, de 23 años.
La policía le detuvo en la confluencia de las calles de General Mitre y Vía Augusta, desde donde fue trasladadc, a la residencia del Valle de Hebrón para recuperarse de sus heridas.
Identificados
La policía ha identificado ya a sus otros dos compañeros y se espera su detención en las próximas horas. Según, sus antecedentes, son sirleros, es decir, atracadores dedicados a robos con intimidación en plena calle. Su procedimiento es siempre el mismo: asaltan a una persona la obligan a entregarle diversas cantidades de dinero a través de los servicios de los cajeros automáticos.
La policía cree que este clan desconocía la identidad del funcionario norteamericano John Parker cuando fue asaltado el pasado viernes. La acción ha puesto en evídencia las deficientes medidas de seguridad del personal del Consulado de Estados Unidos en Barcelona ante un hipotético atentado terrorista. Parker fue abordado cuando iba a entrar a su domicilio. En la vivienda se apoderaron de 115.000 pesetas y diversas joyas.