El proyecto de las torres de Castilla no recogerá de momento ninguna reducción de la edificabilidad

El proyecto sobre las torres de la plaza de Castilla que Prima Inmobiliaria, empresa participada por el grupo kuwaití KIO, entregará al Ayuntamiento la próxima semana no contempla de momento ninguna reducción de los 125.000 metros cuadrados previstos, en contra de lo anunciado por el Ayuntamiento. Jesús Espelosín, responsable municipal de Urbanismo, aseguró públicamente hace 15 días que se había emplazado a Prima Inmobiliaria para que modificara el proyecto y redujera la edificabilidad de sus torres con el fin de construir el intercambiador en el paseo de la Castellana.

Francisco Herrer...

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El proyecto sobre las torres de la plaza de Castilla que Prima Inmobiliaria, empresa participada por el grupo kuwaití KIO, entregará al Ayuntamiento la próxima semana no contempla de momento ninguna reducción de los 125.000 metros cuadrados previstos, en contra de lo anunciado por el Ayuntamiento. Jesús Espelosín, responsable municipal de Urbanismo, aseguró públicamente hace 15 días que se había emplazado a Prima Inmobiliaria para que modificara el proyecto y redujera la edificabilidad de sus torres con el fin de construir el intercambiador en el paseo de la Castellana.

Francisco Herrera, portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, denunció ayer en conferencia de prensa esta actitud de Prima Inmobiliaria y criticó con dureza al Ayuntamiento, que se verá obligado a invertir en la zona miles de millones de pesetas de dinero público en obras complementarias para hacer que el proyecto sea viable.Luis López, adjunto a la dirección de Prima Inmobiliaria, afirmó que el Ayuntamiento había hecho llegar a esta empresa "puntualizaciones" tales como el traslado del intercambiador a la calzada central del paseo de la Castellana, el mantenimiento de la calle de Agustín de Foxá como calle peatonal y la construcción de dos pasos subterráneos, uno bajo la plaza de Castilla, para unir los dos extremos del paseo de la Castellana, y otro que comunicara el anterior con la calle de Agustín de Foxá.

"El Ayuntamiento nos obliga a introducir estas variaciones que no pertenecen a nuesto ámbito de actuación, pues afectan a viario y espacios públicos", dijo López, quien aseguró que ello no supondrá un cambio del diseño elaborado por el arquitecto norteamericano John Burgee. Burgee, según este portavoz, ha empezado a trabajar en el diseño del intercambiador después de que los servicios técnicos municipales, tras estudiar las 59 alegaciones presentadas, hayan comunicado que el mismo deberá formar una unidad con las torres.

Preguntado sobre qué edificabilidad tendrá el intercambiador y si ésta supondrá una merma sobre los 125.000 metros cuadrados totales que fija el Plan General para el proyecto, López afirmó: "Un intercambiador, por el hecho de estar cubierto, no quiere decir que consuma edificabilidad. Sabemos que quieren un intercambiador con 20 dársenas para autobuses, zona de espera y zona de servicios. Cuando se diseñe y se discutan las características se verá si consume o no edificabilidad. Si nos exigen restarla de los edificios, habrá que hacerlo", dijo el citado portavoz.

Prima quiere entregar el estudio de detalle retocado la próxima semana al Ayuntamiento. Entre las variaciones que sufrirá el proyecto figura el diseño de la manzana prevista sobre la calle de Agustín de Foxá. Al fijar los técnicos municipales que esta calle deberá dejarse como peatonal, Prima tendrá que variar la forma del edificio.

También deberá redistribuir su planta de aparcamiento, pues el paso subterráneo bajo Agustín de Foxá impedirá su construcción. Izquierda Unida, en la citada conferencia de prensa, analizó las alegaciones presentadas al proyecto de las torres y calificó de especialmente importantes las aportadas por Metro, Canal de Isabel II, Consorcio de Transportes, Ministerio de Transportes, Renfe y Comunidad de Madrid.

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Francisco Herrera indicó que, según estas alegaciones, el estudio de detalle que fue sometido a información pública no había analizado la incidencia del proyecto en la estación del metro, había establecido gravámenes sobre terrenos propiedad del Canal de Isabel II y podía dar lugar a reclamaciones ante los tribunales por parte de las personas que en su día fueron expropiadas por abrir la calle de Agustín de Foxá como acceso a la estación de Chamartín.

"Por las informaciones que tenemos, el estudio de detalle se va a ejecutar en la peor de las hipótesis contempladas hasta ahora", dijo Herrera.

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