Irán boicotea la peregrinación anual a La Meca

Las autoridades de Teherán no están dispuestas a doblegarse ante Arabia Saudí, el pequeño Satán que, según ellos, representa los intereses de EE UU (gran Satán) en la región. Ningún peregrino iraní acudirá este año a La Meca ante las limitaciones impuestas por el Gobierno de Riad, al que contestan su legitimidad para custodiar los santos lugares del islam. Los saudíes decidieron poner un tope al número de fieles iraníes por temor a que se reproduzcan los sangrientos incidentes del verano pasado, cuando murieron más de 400 personas, entre ellas 275 iraníes."Irán enviará 150.000 pe...

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Las autoridades de Teherán no están dispuestas a doblegarse ante Arabia Saudí, el pequeño Satán que, según ellos, representa los intereses de EE UU (gran Satán) en la región. Ningún peregrino iraní acudirá este año a La Meca ante las limitaciones impuestas por el Gobierno de Riad, al que contestan su legitimidad para custodiar los santos lugares del islam. Los saudíes decidieron poner un tope al número de fieles iraníes por temor a que se reproduzcan los sangrientos incidentes del verano pasado, cuando murieron más de 400 personas, entre ellas 275 iraníes."Irán enviará 150.000 peregrinos iraníes o ninguno", ha anunciado el hoyatoleslam Mahdi Yamarani, representante del imam Ruhola Jomeini para los asuntos del peregrinaje y la organización de los bienes religiosos. Yamarani se refería al haj o peregrinación anual a La Meca, que todo buen musulmán debe realizar al menos una vez en su vida. Arabia Saudí, cuyo monarca, el rey Fahd, ostenta el título de custodio de los santos lugares de La Meca y Medina, hizo saber en Amman el pasado noviembre su determinación de limitar a 45.000 el número de creyentes iraníes autorizados a viajar a La Meca. La decisión saudí contó con el apoyo del resto de los participantes en la última sesión extraordinaria de la Conferencia Islámica.

Las autoridades de Teherán mantienen desde entonces una campaña destinada a cuestionar el derecho saudí a controlar la ciudad sagrada de La Meca, y han propuesto en reiteradas ocasiones su deseo de que ésta sea gobernada por un comité de teólogos islámicos. El enfrentamiento dialéctico se convertía así en prueba del deterioro de las relaciones entre ambos países. El proceso culminó en abril con el anuncio, por parte de Riad, de la ruptura de relaciones.

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