El dinero sigue empujando

El pronóstico se ha cumplido y el mercado de valores madrileño ha superado, aunque por poco, la cota del 300%. En el caso de Bilbao el nivel superado es el del 400%, mientras que Barcelona y Valencia se sitúan también en máximos anuales. El flujo de dinero se mantiene con firmeza y está protagonizando un importante pulso con las realizaciones de beneficios que muchos inversores prodigan ante la altura que han alcanzado las cotizaciones. Como cabía esperar, la superación del 300% ha atraído a bastante papel, sobre todo porque sigue habiendo opiniones contrarias a esta tendencia. Pero la entrada...

El pronóstico se ha cumplido y el mercado de valores madrileño ha superado, aunque por poco, la cota del 300%. En el caso de Bilbao el nivel superado es el del 400%, mientras que Barcelona y Valencia se sitúan también en máximos anuales. El flujo de dinero se mantiene con firmeza y está protagonizando un importante pulso con las realizaciones de beneficios que muchos inversores prodigan ante la altura que han alcanzado las cotizaciones. Como cabía esperar, la superación del 300% ha atraído a bastante papel, sobre todo porque sigue habiendo opiniones contrarias a esta tendencia. Pero la entrada de dinero es la que está ganando la partida en este, más que nunca, apasionante juego de la bolsa.El desarrollo de la sesión ha respondido a todas las expectativas, con el dinero centrado en los sectores industriales y, en menor grado, en algunos valores bancarios. Las eléctricas continúan actuando de cenicientas en esta subida, lo que para algunos operadores pone en evidencia el carácter limitado del movimiento.

Químicas, siderúrgicas y constructoras se han llevado, en esta ocasión, los mayores avances, aunque el peso específico del sector bancario ha sido fundamental para conseguir superar el nivel psicológico del 300%. La contratación se ha mantenido en términos similares a la de los días anteriores, en tomo a los 16.000 millones de pesetas efectivas, aunque el sector bancario ha sufrido un importante retroceso.

Las posiciones al cierre mantenían viva la polémica entre compradores y vendedores, aunque estos últimos no conseguían ocultar su sorpresa ante la capacidad de absorción que muestra el mercado.