LA CRÍSIS LEFEBVRE

Los obispos suizos se oponen al acuerdo con la Fraternidad

La oposición de los obispos suizos a un acuerdo entre el Vaticano y la Fraternidad de San Pío X, del arzobispo Marcel Lefebvre, es creciente. Según los prelados helvéticos, el reconocimiento de Lefebvre supondría la integración de los sacerdotes en las tareas pastorales de cada diócesis, y ello no es visto con muy buenos ojos tanto por la conferencia episcopal suiza como por los obispos franceses, que ya desde los años setenta mantienen una actitud abiertamente crítica al arzobispo integrista.Esta oposición contrasta con la opinión que mantienen algunos círculos de la Curia romana. El cardenal...

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La oposición de los obispos suizos a un acuerdo entre el Vaticano y la Fraternidad de San Pío X, del arzobispo Marcel Lefebvre, es creciente. Según los prelados helvéticos, el reconocimiento de Lefebvre supondría la integración de los sacerdotes en las tareas pastorales de cada diócesis, y ello no es visto con muy buenos ojos tanto por la conferencia episcopal suiza como por los obispos franceses, que ya desde los años setenta mantienen una actitud abiertamente crítica al arzobispo integrista.Esta oposición contrasta con la opinión que mantienen algunos círculos de la Curia romana. El cardenal Edouard Dagnon, que fue visitador apostólico a la Fraternidad de San Pío X, ha reprochado la actitud del episcopado suizo, que según Dagnon carece de elementos suficientes de juicio. Asimismo ha criticado las informaciones aparecidas a raíz de las negociaciones y de la firma del preacuerdo entre la comisión mixta designada por el cardenal Ratzinger y Lefebvre.

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El arzobispo rebelde y los 250 sacerdotes que ha ordenado durante los 12 años que ha estado suspendido a divinis podrían seguir diciendo misa en latín conforme al misal romano y al rito de san Pío V, según el preacuerdo alcanzado en Roma. Algunos obispos recuerdan las palabras que Pablo VI dirigió en el consistorio en 1976: "Ninguno de nuestros predecesores, en cuya disciplina él dice inspirarse, habría tolerado por tan largo tiempo como pacientemente hemos hecho nosotros una desobediencia tan obstinada como perjudicial". La paciencia de Pablo VI llegó al límite cuando ese mismo año Lefebvre ordenó, en junio, a 14 sacerdotes y 22 diáconos.

El anuncio el pasado mes de mayo de que la paz se había firmado entre el Vaticano y Lefebvre levantó ampollas en el episcopado suizo. El presidente de la Conferencia Episcopal de ese país realizó unas duras declaraciones en las que afirmaba que el preacuerdo, de llevarse a la práctica, sería "casi una catástrofe". Henry Schwery agregó que en su diócesis -Sion, donde se encuentra Ecóne- se preparan largamente los bautismos con los padres; mañana, de llegarse a este acuerdo, podrían elegir un sacerdote de Ecône que liquidara la cosa en una hora y en latín".

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