El "diablo mafioso" siembra el terror en la región de Calabria

Ayer, el diario Paese Sera lo citaba como el "diablo mafioso". Se refería a la escalofriante escena que encontraron los carabineros en San Pietro de Amantea, a dos pasos de la famosa playa calabresa: un grupo de fanáticos religiosos, en éxtasis, ante una imagen de la Virgen, un gato destripado y un hombre ahorcado. Esta es la forma de muerte que la mafia de Calabria impone a los traidores. La víctima se autoestrangula mediante un macabro sistema de cuerdas que le une el cuello, las rodillas y el tobillo. Como no puede estar mucho tiempo en pie, se cae y acaba autoestra...

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Ayer, el diario Paese Sera lo citaba como el "diablo mafioso". Se refería a la escalofriante escena que encontraron los carabineros en San Pietro de Amantea, a dos pasos de la famosa playa calabresa: un grupo de fanáticos religiosos, en éxtasis, ante una imagen de la Virgen, un gato destripado y un hombre ahorcado. Esta es la forma de muerte que la mafia de Calabria impone a los traidores. La víctima se autoestrangula mediante un macabro sistema de cuerdas que le une el cuello, las rodillas y el tobillo. Como no puede estar mucho tiempo en pie, se cae y acaba autoestrangulándose. El estrangulado de la secta de Amantea tenía además un tiro de pistola en la sien.

Los 35 detenidos se han declarado "apóstoles de Cristo" y se niegan a hablar. La santona, Lidia Naccarone, hija del difunto santón Antonio -un emigrado a Turín que regresó de la capital esotérica de Italia con fama de mago y había creado su propia secta de adoradores-, ha dicho cándidamente que no entiende cómo llegó allí aquel muerto.

Pero lo cierto es que deberá explicar qué hacían allí no sólo el cadáver rígido y frío de tres días sino también los 1.000 millones de liras (unos 100 millones de pesetas), 15 fusiles de calibre variado, siete pistolas automáticas, 50.000 cartuchos de escopeta y 20 cuchillos grandes de carnicero. Y un sobre de cartón con 200 jeringuillas de las que se emplean para inyectarse insulina, ya usadas. Y el gato con las tripas fuera, en un baño de sangre.

Pero lo que ha infundido más sospechas a la policía es el hallazgo de un recorte de periódico en el que se habla del misterioso secuestro en Turín del niño Marco Fiora, del que nada se sabe desde hace meses. Otro de los recortes citaba el reciente atraco a un banco de Calabria, con un botín de 1.000 millones de liras.

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