CIENCIA

Siete científicos españoles participaran en la creación de los estatutos de la Academia Europea de las Ciencias

La Academia Europea de Ciencias Naturales y Humanas, entre cuyos fundadores se encuentran siete investigadores españoles, nace como una sociedad aglutinadora de la ciencia europea occidental que, a diferencia de otros organismos más burocratizados, pretende desarrollar una labor activa tendente a estudiar temas variados de interés comunitario, como los derechos humanos, la situación sanitaria, el envejecimiento, el transporte del futuro, los nuevos materiales, la biotecnología o el medio ambiente. La sociedad será presentada en junio de 1989 en Londres, en un acto oficial.

El biólogo es...

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La Academia Europea de Ciencias Naturales y Humanas, entre cuyos fundadores se encuentran siete investigadores españoles, nace como una sociedad aglutinadora de la ciencia europea occidental que, a diferencia de otros organismos más burocratizados, pretende desarrollar una labor activa tendente a estudiar temas variados de interés comunitario, como los derechos humanos, la situación sanitaria, el envejecimiento, el transporte del futuro, los nuevos materiales, la biotecnología o el medio ambiente. La sociedad será presentada en junio de 1989 en Londres, en un acto oficial.

El biólogo español José Luis Cánovas Palacio Valdés, del Centro de Investigaciones Biológicas, adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha formado parte de un comité de doce miembros que durante dos años ha discutido las directrices de la nueva Academia, que se presentará en sociedad en Londres en junio de 1989. La idea de fundar esta academia surgió en 1984 por iniciativa del político británico Peter Brooke.A partir de entonces, uno de sus mayores impulsores ha sido Sir Arnold Burgen, vicepresidente de la Royal Society de Londres. En esta tarea le han apoyado, entre otros, el físico Lord Flowers, vicerrector de la universidad de Londres y miembro del Parlamento británico; Hubert Curien, ex ministro francés de Ciencia; el profesor Eugen Seibold, presidente de la European Science Foundation; el italiano M. Cappelletti, de la universidad Europea en Italia; el profesor sueco David Magnusson y el holandés Wan Lieshout.

Los científicos españoles elegidos para formar parte del grupo fundador de 100 miembros, constituido el pasado 28 de marzo, son: Antonio García Bellido y Margarita Salas, del Centro de Biología Molecular, de Madrid; Consuelo de la Torre, bióloga del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC; Andrés Maldonado, director del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC; Francisco Rubio Llorente, magistrado del Tribunal Constitucional, y Víctor Pérez Díaz, catedrático de Ciencias Políticas. Según Cánovas, la elección se ha hecho contrastando los méritos de cada investigador entre distintos organismos científicos europeos.

Cuestión de edades

La razón de que falten nombres importantes en esta primera elección, como es el caso de algunos premios Nobel, se debe, en opinión de Cánovas, a que se ha tenido muy en cuenta la edad, porque se quiere que todos los miembros puedan desempeñar una labor muy activa dentro de la Academia.La sociedad se ha fijado varios objetivos primordiales como son: agrupar a los científicos europeos, asesorar a los gobiernos en temas científicos y velar por la ética de la ciencia en campos tan polémicos como la ingeniería genética o el uso de embriones humanos. No obstante, uno de sus mayores retos es hacer llegar al público en general y a los políticos y legisladores en particular el creciente interés de la ciencia en la sociedad actual.

La Academia aprobará sus estatutos en Cambridge el próximo mes de septiembre, y en junio del próximo año se presentará en sociedad ante los máximos representantes de los Estados occidentales europeos, la realeza y la comunidad científica. Su idea para entonces es contar con 1.000 miembros, aunque aspiran llegar a los 4.000, para cubrir todo tipo de especialidades.

José Luis Cánovas comenta que los países socialistas no han querido participar en este proyecto, salvo Yugoslavia. Los miembros de la nueva Academia, que aspira a ser independiente en los aspectos político, económico y religioso, están haciendo gestiones para que el 100% de sus ingresos provengan de organismos privados y grandes empresas. Su presupuesto será este año de 61.000 libras esterlinas (unos 13 millones de pesetas).

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