Tribuna:

Sesión inactiva y con precios a la baja

Los mercados de valores confirmaron en la jornada de ayer su dependencia de las noticias procedentes del exterior, sobre todo las de otras bolsas. Al ser día festivo en muchos países se carecía de referencias y esto aumentaba el riesgo de cualquier decisión que se hubiese tomado. Por esta razón, la inactividad, unida al abandono de posiciones, fue la actitud que adoptaron la mayoría de los inversores, provocando un ligero retroceso del índice general y un ambiente apagado que se mantenía al cierre. Lo peor de todo fue que esto sucedía en la jornada de apertura, lo que no animó a los habituales...

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Los mercados de valores confirmaron en la jornada de ayer su dependencia de las noticias procedentes del exterior, sobre todo las de otras bolsas. Al ser día festivo en muchos países se carecía de referencias y esto aumentaba el riesgo de cualquier decisión que se hubiese tomado. Por esta razón, la inactividad, unida al abandono de posiciones, fue la actitud que adoptaron la mayoría de los inversores, provocando un ligero retroceso del índice general y un ambiente apagado que se mantenía al cierre. Lo peor de todo fue que esto sucedía en la jornada de apertura, lo que no animó a los habituales a realizar las esperadas tomas de posiciones de los lunes.Los valores eléctricos ya dejaron ver con claridad cuáles eran las intenciones de los inversores, con lo que sus corros sufrieron el aburrimiento y los recortes a partes iguales. Los valores industriales tampoco fueron capaces de reaccionar, aunque entre sus filas se dieron, como casi siempre, algunos altibajos, esta vez con un significativo predominio de las bajas.

Como no todo iban a ser recortes, el corro de Telefónica ofreció a los asistentes un respiro, tal vez por aquello de que con esos volúmenes que se estaban negociando no valía la pena ceder posiciones. Con apenas generación de negocio, las compras se impusieron y las matildes consiguieron uno de los pocos avances de la jornada. Este grupo, junto con el de las sociedades de inversión, ofrecieron los únicos resultados positivos de un día que no va a pasar a la historia del mercado.

Los valores bancarios decidieron sumarse al ambiente negativo y con unos saldos excesivamente cortos se anotaron unas cuantas repeticiones y algún que otro retroceso, con la nota curiosa a cargo del Banco de Santander, que hizo causa común con sus escasos compañeros de grupo y bajó dos enteros a pesar de que su saldo era comprador.

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