García Damborenea: "Tenemos la obligación de buscar un acuerdo"

V. R. DE A., Pregunta. ¿Cómo es posible que las dos candidaturas no se pongan de acuerdo ni en el resultado de las asambleas?

Respuesta. No sé si merece: la pena descender a los números cuando éstos han puesto de manifiesto que las fuerzas están muy repartidas. La única conclusión importante es ésa, y el único corolario posible, que debemos ponernos de acuerdo. La mayoría se inclina en uno u otro sentido según se resuelva el contencioso de Sestao, luego lo que se le ocurre a cualquiera es buscar un acuerdo. Ese era ya nuestro planteamiento previo.

P. ¿Qu...

V. R. DE A., Pregunta. ¿Cómo es posible que las dos candidaturas no se pongan de acuerdo ni en el resultado de las asambleas?

Respuesta. No sé si merece: la pena descender a los números cuando éstos han puesto de manifiesto que las fuerzas están muy repartidas. La única conclusión importante es ésa, y el único corolario posible, que debemos ponernos de acuerdo. La mayoría se inclina en uno u otro sentido según se resuelva el contencioso de Sestao, luego lo que se le ocurre a cualquiera es buscar un acuerdo. Ese era ya nuestro planteamiento previo.

P. ¿Qué importancia tiene la impugnación de Sestao?

R. Desde el punto de vista numérico, mucha. Quien gane los votos de Sestao ha ganado el congreso. Los hechos son flagrantes y públicos, hay una irregularidad documentada y testificada y va a ser difícil adoptar una resolución arbitraria porque equivaldría a cuestionar la credibilidad de nuestra democracia interna. Va a ser una piedra de toque. Dicho eso, gane quien gane Sestao, me sigue pareciendo un error resolver el congreso en función de una mayoría exigua. Tenernos la obligación de conseguir un acuerdo.

P. A usted le acusan de levantar una alternativa política por afán de poder.

R. Es un sarcasmo que desde el poder se acuse a nadie de afán de poder. Yo sé lo que estoy defendiendo y espero que se me den argumentos y podamos entrar en el litigio de las ideas. Creo que debemos corregir la situación del partido en el País Vasco. Tenemos una precisión mayor que en el resto de España de unidad y fortaleza y debemos dar los pasos necesarios.

P. ¿Propone también algún cambio de rumbo político?

R. No, el partido ha alcanzado un grado muy alto de homogeneidad. La última divergencia se planteó con motivo de la formación del Gobierno vasco, a la hora de elegir a nuestros socios, entre quienes defendíamos la opción del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y quienes pretendían negociar con Carlos Garaikoetxea. Aquello ya se superó.

P. Pero usted ¿no representa un endurecimiento frente a ETA y una posición más crítica hacia el Gobierno de coalición?

P. Eso es propaganda. Son argumentos sin base. No he defendido nunca en el País Vasco una posición que no tuviera el respaldo del presidente del Gobierno, lo mismo en las relaciones con el nacionalismo que en la lucha contra el terrorismo. No ha habido nunca divergencias. Quien defendió el acuerdo con el PNV fui yo. Una cosa es la propaganda y otra los hechos.

P. ¿Qué margen hay para el consenso con los tres puestos principales de la ejecutiva ya ocupados?

R. Eso es propaganda. Son argumentos sin base. No he defendido nunca en el País Vasco una posición que no tuviera el respaldo del presidente del Gobierno, lo mismo en las relaciones con el nacionalismo que en la lucha contra el terrorismo. No ha habi Ellos piensan que pueden ganar y que no es mala la presentación de dos candidaturas. Creo que Jáuregui estaría dispuesto a un acuerdo, pero sus compromisos no se lo permiten. Está colocando los compromisos por encima de los intereses del partido, aunque no descarto que más adelante reflexione.

P. ¿Cuál debe ser el futuro del partido socialista en Euskadi?

R. Nosotros tenemos aquí dos niveles de responsabilidad, uno como parte de un proyecto de alcance nacional y otro específico: contribuir a solventar definitivamente el contencioso histórico vasco. Nos corresponde una función por encima de nuestros intereses electorales, conseguir que el nacionalismo, quienes mejor lo representan, se sienta cómodos en el proyecto constitucional español. De todas formas, nuestra implantación se está haciendo más sólida y seguirá creciendo.

Candidato de Interior

P. ¿Por qué ha aumentado el peso oficialista en Vizcaya?

R. No es cierto. Lo que se ha producido son cambios de campo por el traslado de conflictos en el metal de UGT al seno del partido, alentados por algún miembro de la ejecutiva confederal. Esto es lo más sorprendente. Entiendo que se actúe para corregir las desuniones, pero no para todo lo contrario.

P. A usted se le considera el candidato del Ministerio del Interior.

R. Eso es absurdo. Yo no soy más candidato del ministro del Interior que de Felipe González. El ministro del Interior tiene que contar con todos, no puede estar tomando partido, y de hecho no lo toma. Son afirmaciones sin ningún fundamento.

P. ¿No tiene diferencias con el Gobierno sobre el diálogo con ETA, por ejemplo?

R. No, ni en eso ni en nada. En absoluto. No doy un solo paso en el terreno de la lucha contraterrorista sin contar con el Gobierno. Ni siquiera fui, al debate del señor Tola en televisión sin haber consultado antes con el Gobierno lo que había que decir.