Problemas burocráticos paralizan el Plan de Prevención de la Delincuencia

Los problemas burocráticos para renovar los contratos del personal mantienen paralizado el Plan de Prevención de la Delincuencia en San Blas, Pan Bendito y Orcasitas. Sólo ocho trabajadores de los 29 adscritos al plan, siguen actualmente en plantilla. Quince educadores y animadores culturales mantienen un encierro de protesta desde el miércoles a la espera de Otros seis trabajadores han recurrido ante Magistratura de Trabajo.

Un portavoz de los trabajadores encerrados afirmó ayer que existe "una falta de voluntad política del Gobierno regional para mantener el plan, que funciona desde h...

Los problemas burocráticos para renovar los contratos del personal mantienen paralizado el Plan de Prevención de la Delincuencia en San Blas, Pan Bendito y Orcasitas. Sólo ocho trabajadores de los 29 adscritos al plan, siguen actualmente en plantilla. Quince educadores y animadores culturales mantienen un encierro de protesta desde el miércoles a la espera de Otros seis trabajadores han recurrido ante Magistratura de Trabajo.

Un portavoz de los trabajadores encerrados afirmó ayer que existe "una falta de voluntad política del Gobierno regional para mantener el plan, que funciona desde hace tres años. Fuentes próximas a la comunidad reconocen que el plan lleva varios meses estancado" y que el clima laboral "no es precisamente bueno". El Plan de Prevención de la Delincuencia ha sido criticado en numerosas ocasiones por las asociaciones vecinales.Los 15 trabajadores encerrados, agrupados en tres cooperativas, estaban vinculados al plan por contratos de servicios que se renovaban periódicamente. Las trabas legales de la ley de contratos del Estado pusieron fin a esta relación eventual a primeros de año.

Los trabajadores llevan sin cobrar desde el 1 de enero, fecha en que expiró el último contrato, y han seguido desde entonces en sus puestos a la espera de que la comunidad encuentre una fórmula legal para volver a contratarlos. "Durante tres meses nos han venido dando largas, y el problema no se acaba de solucionar", señaló uno de los encerrados.

Antonio Ubierna, gerente del plan, comunicó ayer a los afectados que el Consejo de Gobierno regional había aprobado un decreto especial para poder contratarles. Un portavoz de los afectados señaló que no abandonarán el encierro hasta que la Comunidad de Madrid les entregue un escrito que garantice que van a contar de nuevo con sus servicios y que se les va a pagar los tres últimos meses.

Marcha de trabajadores

La marcha de seis trabajadores -abogados y asistentes sociales- por la finalización de sus contratos el pasado 31 de diciembre dejó prácticamente paralizado el plan en Pan Bendito. La falta de personal ha supuesto que decenas de jóvenes de este barrio -de los 600 que entraron en contacto con el plan en año pasado- se hayan desenganchado últimamente del programa de reinserción social.Algo semejante ocurrirá en San Blas y Orcasitas si la Consejería de Integración Social, de la que depende el plan, no cubre los puestos que ocupaban los trabajadores encerrados. Según Antonio Ubierna, la contratación de los educadores y animadores culturales "es cuestión de días".

Las otros seis puestos que quedaron vacantes el 31 de diciembre tardarán más en ser cubiertos. Los afectados presentaron una demanda en Magistratura ante la indecisión de la comunidad sobre su futuro laboral. Según Ubierna, "la mejor solución habría sido convocar pruebas para funcionarios interinos". "Su decisión de recurrir a Magistratura nos obliga a esperar lo que en su momento decidan los tribunales".

El Plan de Prevención de la Delincuencia cuenta para este año con un presupuesto de unos 160 millones de pesetas, de los que 100 millones servirán para subvencionar distintas instituciones y realizar obras de acondicionamiento de talleres-escuela y centros de formación profesional.