El Estado invertirá más de un billón de pesetas en mejorar el transporte por ferrocarril

El Consejo de Ministros aprobará esta mañana la forma en la que se distribuirán las inversiones en la red de ferrocarriles españoles durante los próximos cuatro años. Hasta 1991, la Administración gastará 1.040.000 millones de pesetas en mejorar la infraestructura de la red, enjugar el déficit de Renfe y sanear las finanzas de esta empresa. La Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos dió ayer su visto bueno al Contrato-Programa entre la Admistración y Renfe para la realización de las versiones en la red de ferrocarriles españoles.

El Consejo de Ministros aprobará hoy este ...

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El Consejo de Ministros aprobará esta mañana la forma en la que se distribuirán las inversiones en la red de ferrocarriles españoles durante los próximos cuatro años. Hasta 1991, la Administración gastará 1.040.000 millones de pesetas en mejorar la infraestructura de la red, enjugar el déficit de Renfe y sanear las finanzas de esta empresa. La Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos dió ayer su visto bueno al Contrato-Programa entre la Admistración y Renfe para la realización de las versiones en la red de ferrocarriles españoles.

El Consejo de Ministros aprobará hoy este programa, que constituye la primera fase de desarrollo del Plan de Transporte Ferroviario (PTF) durante el periodo 1988-1991.El Contrato-Programa especifica las cantidades que debe aportar Renfe y la Administración pública y a qué van a destinarse. La partida dedicada a la inversión es la más cuantiosa y permitirá afrontar el ambicioso plan de inversiones del PTF, que prevé un desembolso total de 2,1 billones de pesetas hasta el año 2.000. El Estado tiene previsto aportar durante estos cuatro años más de un billón de pesetas. Este año se gastarán 257.000 millones, que cubre el Presupuesto General del Estado junto a un crédito extraordinario de 58.000 millones de pesetas.

En el próximo cuatrienio se gastarán 606.000 millones en construir nuevos trazados ferroviarios, mejorar los existentes, adquirir nuevas máquinas y potenciar la seguridad de las vías. La Dirección General de Infraestructura, que depende del Ministerio de Transportes, aportará 220.000 millones. Los restantes 386.000 millones correrán a cargo de Renfe.

Vías de alta velocidad

La infraestructura de la red de largo recorrido y, en particular, las tres nuevas vías de alta velocidad absorberán 150.000 de los 220.000 millones aportados por la Administración. En la línea de Brazatortas (MadridAndalucía) se invertirán 77.000 millones de pesetas, 38.000 millones irán a parar a la variante Zaragoza-Lérida y 35.000 a la variante de Guadarrama, que enlaza Madrid con el norte de España.

El acceso ferroviario a Andalucía concluirá en 1991, mientras que la variante de Guadarrama no finalizará antes de 1993 por la construcción .de un tunel de casi 10 kilómetros de longitud. Con estas miversiones, al final del periodo funcionarán 2.307 kilómetros de la red con trenes que alcancen más de 160 kilómetros por hora; de los que 490 km. permitirán circular a 250 -km/ h.

Entre las inversiones previstas en infraestructura se contempla la mejora del triángulo Madrid-Barcelona-Valencia para trenes de alta velocidad También se intentará potenciar la integración urbana de los fe rrocarriles, en particular adaptar la red al desarrollo urbanístico de ciudades como Madrid o Córdoba, de cara a las cele braciones cultural y deportiva del año 1992. En la financiación de estas últimas inversiones, que ascienden a 30.000 millones de pesetas, participarán las administraciones autonómicas y locales afectadas.El Contrato-Programa indica también que la Administración deberá invertir 21.000 mi llones de pesetas en tranformar en dobles las líneas de vía úni.ca, 29..000 en los trayectos de cercanías y 20.000 en asegurar pasos a nivel.

La reforma de la terminal de cercanías de Atocha, que se prevé que finalice este año, absorberá 666 millones de esta partida. Las obras en la terminal de largo recorrido no concluirán hasta 1991.'El presupuesto para esta reforma se eleva a 6.300 millones de pesetas.

Los 386.000 millones quedesembolsará Renfe para la mejora de la red se dedicarán a la adquisición de material móvil de alta velocidad -trenes que alcanzan hasta 250 kilómetros por hora-, 125.000 millones para obras en la infraestructura y 48.000 millones para mejorar la seguridad, y en particular los pasos a nivel.Renfe tendrá bastante autonomia empresarial. El programa establece un compromiso vinculante en los resultados económicos. Así, establece un sistema de incentivos en el tráfico de viajeros de cercanías y de mercancías. De esta forma, el Estado prevé incrementar sus aportaciones a la empresa en el caso de que la entidad mejore los objetivos parciales de ingresos y gastos indicados en el Contrato-Programa.

El presidente y los altos responsables de Renfe esperan el resultado del acuerdo del Consejo de Ministros para comentar el Contrato-Programa.

El documento establece, asimismo, la cuantía dedicada a enjugar el déficit de Renfe. En 1991, se estima que Renfe perderá, en términos reales, 171.000 millones de pesetas; un 25% menos que las producidas en 1987. Esta reducción será paulatina; ya para este año se prevé que el déficit ascienda sólo a 183.000 millones.

Además, -según fuentes cercanas a la Administración, para equiparar la presentación del déficit a la que elaboran las empresas ferroviarias de la Comunidad Europea habría que deducir algunas cargas que Renfe soporta como empresa pública de servicios. Renfe mantiene el, servicio en líneas de bajo rendimiento pero de utilidad pública y los precios de algunos trayectos de cercanías no cubren sus costes de mantenimiento.

En opinión de estas fuentes, de los 183.000 millones de pesetas de pérdidas previstos para el año en curso se deberían descontar 14.000 millones. Si de esta cifra de déficit también restamos los gastos financieros y de amortización de la deuda, la cuenta de resultados para 1988 arrojaría un saldo negativo de sólo 92.000 millones. Otro de los puntos del programa es el saneamiento financiero de Renfe. El objetivo es reducir la deuda viva de esta entidad en 50.000 millones para 1991.

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