Persiste el bloqueo de los espeleólogos atrapados en una cueva de Cantabria

Tres días después de iniciada su búsqueda, los nueve espeleólogos bloqueados en una cueva de la cuenca del Asón, en Cantabria, siguen sin ser localizados. Este río subterráneo, cuyas, aguas cruzan el sistema Cueto-Coventosa a 600 metros bajo tierra, es muy sensible a los temporales de lluvia por sus peculiares características. La cuenca tiene varias cumbres de altitud cercana a los 1.500 metros.

Mientras se aguarda a que el temporal amaine y el río pierda agresividad, en Arredondo, base de operaciones, se manejan hipótesis muy contradictorias que hablan del grave riesgo que afectaba los...

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Tres días después de iniciada su búsqueda, los nueve espeleólogos bloqueados en una cueva de la cuenca del Asón, en Cantabria, siguen sin ser localizados. Este río subterráneo, cuyas, aguas cruzan el sistema Cueto-Coventosa a 600 metros bajo tierra, es muy sensible a los temporales de lluvia por sus peculiares características. La cuenca tiene varias cumbres de altitud cercana a los 1.500 metros.

Mientras se aguarda a que el temporal amaine y el río pierda agresividad, en Arredondo, base de operaciones, se manejan hipótesis muy contradictorias que hablan del grave riesgo que afectaba los bloqueados o de la normalidad de su estado en cualquier galería seca del sistema. Protección Civil ha enviado al interior de la cueva a sus comandos por turnos y bien provistos de material, mientras confía en un desenlace feliz, aunque todavía no muy inmediato. Las operaciones de salvamento iban a continuar durante toda la madrugada de hoy.Un equipo de rescate compuesto por espeleólogos vascos se encontraba a media tarde de ayer a unas diez horas de camino del lugar donde presumiblemente estan bloqueados los nueve expedicionarios atrapados, según Europa Press.

Casi un centenar de espeleólogos de varias comunidades intervienen en el asalto final al sistema Cueto-Coventosa. Si el río vuelve pronto a su ser y descubre sin deterioro las balizas, los socorristas podrán abordar la complicada localización de los desaparecidos por una maraña de galerías situadas a distintos niveles y que en conjunto alcanzan un desarrollo cercano a los 28 kilómetros de longitud, varios centenares de metros bajo tierra.

Compañeros llegados, de Levante han asegurado que los expedicionarios llegaron bien pertrechados. Este dato ha supuesto un alivio, porque en Arredondo, se sospechaba lo contrario. En cualquier caso, ocho días de enclaustramiento y la incertidumbre de las últimas jornadas han tenido que crear problemas psicológicos a los atrapados.

A través del Cueto, convertido ahora en una espectacular cascada, que se desploma 400 metros abajo es, por ahora, peligroso deslizarse y exigirá no menos de 15 horas la aproximación a la zona seca, donde, en teoría, deben hallarse los bloqueados. Por Coventosa, el camino más corto, la progresión será todavía muy lenta, debido al río crecido.

A 450 metros bajo la entrada del Cueto, un espeleólogo cántabro durmió en solitario durante la noche pasada tras ser sorprendido por una impetuosa cascada. Este miembro del rescate espera en el interior del yacimiento incorporarse inmediatamente a un nuevo comando de ayuda.

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