Las trabajadoras españolas ganan por término medio un 22% menos que los hombres

Las mujeres trabajadoras españolas ganan por término, medio un 22,6% menos que los hombres, y en las jefaturas administrativas y de taller la diferencia supera el 40%. Así lo indica un amplio estudio el Ministerio de Economía y Hacienda que aporta nuevos datos sobre la discriminación femenina. Otras investigaciones señalan que millón y medio de mujeres percibían a finales de 1985 menos de 25.000 pesetas al mes y que el valor aproximado, del trabajo de las amas de casa superó el año pasado los 16 billones de pesetas, equivalente a la mitad de todo el producto interior bruto (PIB).

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Las mujeres trabajadoras españolas ganan por término, medio un 22,6% menos que los hombres, y en las jefaturas administrativas y de taller la diferencia supera el 40%. Así lo indica un amplio estudio el Ministerio de Economía y Hacienda que aporta nuevos datos sobre la discriminación femenina. Otras investigaciones señalan que millón y medio de mujeres percibían a finales de 1985 menos de 25.000 pesetas al mes y que el valor aproximado, del trabajo de las amas de casa superó el año pasado los 16 billones de pesetas, equivalente a la mitad de todo el producto interior bruto (PIB).

El estudio, que será publicado en forma de libro próximamente para describir la negociación colectiva durante 1987 y sus implicaciones económicas, se refiere a las empresas con más de 200 trabajadores de plantilla y ha sido elaborado sobre una muestra de 721 grandes sociedades, con un volumen de más de un millón de trabajadores. Por tanto, no recoge a las empresas medianas y pequeñas, donde se presume que la discriminación de la mujer es mayor. En ello abunda la reciente encuesta sobre la economía sumergida, al atribuir a las mujeres un índice de irregularidad del 42,7%, mientras entre los trabajadores masculinos apenas 20 de cada 100 están al margen de la Seguridad Social.La diferencia salarial que afecta a las mujeres es resultado tanto de la distribución de ambos sexos por categorías profesionales como de las brechas salariales en cada una de ellas. Las categorías más bajas son las que absorben la ocupación femenina, sobre todo en las ramas administrativas, destino de dos terceras partes de las mujeres empleadas, frente a un 37% entre los hombres.

Esta segmentación del mercado de trabajo se observa también en las tareas manuales, que emplean al 34,4% de las mujeres y al 53% de los hombres. Los puestos de técnicos sólo ocupan a un 4,3% de las mujeres, frente al 9,4% de los varones; el de mayor cualificación, licenciados e ingenieros, emplea al 1,8% de las mujeres trabajadoras, mientras que entre los hombres se alcanza el 5,6%.

En segundo lugar, los niveles salariales de todas y cada una de las categorías profesionales resultan. inferiores en las mujeres, como puede observarse en el cuadro adjunto. Las diferencias más acusadas se registran en las categorías de mayor cualificación, sobre todo en tareas administrativas, donde las jefas administrativas y de taller ni siquiera ganan el 58% que los hombres. La menor remuneración femenina ronda el 30% en las dos primeras escalas (licenciados e ingenieros y peritos y ayudantes titulados). En la última categoría, la de peones, sin embargo, la diferencia apenas supera el 5%.

El estudio de Economía reafirma también que la contratación temporal se nutre preferentemente de mujeres. Entre el personal femenino de las grandes empresas, más del 10% de la plantilla está acogido a esta forma, contra el 6% arrojado para los hombres. Estos datos discrepan, no obstante, con los ofrecidos por la encuesta de población activa (EPA), donde los contratos temporales se aproximan, en términos de stocks, al 20% del total, y últimamente más, del 90% de los nuevos contratos tienen dicho carácter. Entre las grandes empresas, el flujo anual de contratos temporales -medido por las altas de plantilla- supera también en promedio el 76%, y su menor incidencia puede explicarse en que las nuevas formas de contratación son aprovechadas principalmente por empresas medianas y pequeñas.

Dualismo sexual

La marginación salarial y contractual de las mujeres ha sido apuntada también por la encuesta oficial sobre Las condiciones de vida y trabajo en España, difundida a mediados de este mes. De un total de 4,18 millones de hembras ocupadas, casi millón y medio -exactamente 1,43 millones- percibían a finales de 1985 menos de 26.000 pesetas al mes, frente a 1,2 millones de hombres. Éste es el único tramo salarial donde el sexo femenino es más numeroso. En el de 26.000 a 50.000 pesetas ya el número de hombres duplica al de mujeres (2,1 millones contra 0,9). Igualmente en el tramo de 51.000 a 75.000 pesetas el número de hombres multiplica por cuatro al de mujeres (0,52 millones contra 2,16), diferencias que se acentúan hasta llegar al segmento de más de 150.000 pesetas, donde había 14.000 mujeres y 172.000 hombres.

El dualismo sexual de la economía española acaba de ser documentado por diversas profesoras y profesores universitarios, entre ellos Santos Ruesga Benito, en el último número mensual de Información Comercial Española. María Ángeles Durán indica, por ejemplo, que más de la mitad de las mujeres españolas menores de 54 años que no tienen empleo ni lo buscan (motivo suficiente para quedar excluidas de las estadísticas de paro) aceptarían un empleo si se lo ofreciesen; esta misma investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha estimado que el valor mínimo de la producción anual doméstica -no computada en el PIB- alcanzó en 1987 los 16,1 billones de pesetas, a un precio medio de 425 pesetas la hora y para un total de 10 millones de hogares.

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