Tribuna:

Galope

No voy a poder evitarlo. A partir de ahora, siempre que viaje con Iberia albergaré la secreta esperanza de que tengan escondido a un semental en la bodega. Si leyeron ustedes la noticia que ayer publicaba este periódico no se extrañarán: un caballo semental de pura raza española se escapó de la jaula del jumbo en el que viajaba junto con cuatro colegas más para sembrar la alegría entre las yeguas norteamericanas. Cuando uno piensa en estas pobres bestias, destinadas a votar a Bush o a uno entre dos reverendos, comprende que un semental, aunque sea español, puede resultar un buen apaño.L...

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No voy a poder evitarlo. A partir de ahora, siempre que viaje con Iberia albergaré la secreta esperanza de que tengan escondido a un semental en la bodega. Si leyeron ustedes la noticia que ayer publicaba este periódico no se extrañarán: un caballo semental de pura raza española se escapó de la jaula del jumbo en el que viajaba junto con cuatro colegas más para sembrar la alegría entre las yeguas norteamericanas. Cuando uno piensa en estas pobres bestias, destinadas a votar a Bush o a uno entre dos reverendos, comprende que un semental, aunque sea español, puede resultar un buen apaño.La última vez que vi a un semental fue en la feria de Sevilla. Llevaba un clavel en el belfo y recitaba a García Lorca. Comprenderán que ahora acoja, regocijada, la noticia de que Iberia los transporta en la trasera. Es más, me pregunto por qué no los sortean. Habida cuenta que tienen un concurso literario en el que hasta te puede tocar Delibes contando cómo mata un conejo, o cualquier otro escritor rural -ésta es otra de las cruces que tenemos que soportar los países fundamentalmente agrícolas-, no veo por qué no podemos montar una especie de bonoloto en el aire con derecho a una gozada entre relinchos. Los caballos serán el mejor amigo del hombre, pero en cuanto a los sementales, les aseguro que son los mejores amigos de Zsa Zsa Gabor.

En este momento en que todos los articulistas se lanzan como lobas al tema del tabaco sí o no, reconocerán que es un alivio poder tratar de los sementales, esos grandes olvidados de la Historia. Por ejemplo, yo creo que fácilmente se podría hallar un paralelismo o metáfora entre el odio que el ciudadano normal siente hacia esas nobles bestias y el deseo del alcalde Pacheco de derribar a toda costa el chalé de Bertín Osborne. Tela para ti, amado Sigmund.

Por otra parte, todos sabemos que en Iberia sólo los aviones reciben mejor trato que usted. Cielos. Se me ocurre: ¿estarán los aviones liados con los sementales? A ver qué dice Amando de Miguel.

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