Cartas al director

Pensiones

En EL PAÍS, con fecha 10 del presente febrero, he leído una carta firmada por Manuel Maldonado Linares, Madrid, titulada Pensiones. Habla de diferencias abismales. Pregunta al señor ministro que cómo ha sido capaz de aprobar este aumento con diferencias tan enormes.En esto tiene razón. ¿Cómo un ministro socialista es capaz de una cosa tan injusta? Injusta, a todas luces injusta. Pero no como su egoísmo le hace ver. Sino en todo lo contrario.

Si el defender el poder adquisitivo de un señor con pensión de 150.000 pesetas es luchar por la igualdad de los derechos de justicia,...

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En EL PAÍS, con fecha 10 del presente febrero, he leído una carta firmada por Manuel Maldonado Linares, Madrid, titulada Pensiones. Habla de diferencias abismales. Pregunta al señor ministro que cómo ha sido capaz de aprobar este aumento con diferencias tan enormes.En esto tiene razón. ¿Cómo un ministro socialista es capaz de una cosa tan injusta? Injusta, a todas luces injusta. Pero no como su egoísmo le hace ver. Sino en todo lo contrario.

Si el defender el poder adquisitivo de un señor con pensión de 150.000 pesetas es luchar por la igualdad de los derechos de justicia, que venga Dios y lo vea (como dice usted). A unos señores que cobran de 84.000 a 150.000 pesetas les suben 2.500, y el señor Maldonado clama justicia, Dios mío, justicia, como el avaro de Los interesados creados, y se siente discriminado con otros a los que han subido el 4%, mientras a los pobrecitos de las

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150.000 pesetas, sólo el equivalente al 1,66%.

Se ve que entiende de números, por lo que sabrá que el 4% de 30.000 pesetas es igual a 1.200; el 4% de 40.000, a 1.600; el 4% de 50.000, a 2.000, y el 4% de 60.000, a 2.400 pesetas.

Esto sí es una injusticia, que a uno con 30.000 pesetas se le aumenten 1.200, y a otro con 60.000 le aumenten 2.400. Por esto es por la que hay que luchar. ¡Pero que usted se rasgue las vestiduras cobrando entre las 94.000 y las 150.000 pesetas y le aumentan 2.500, eso sí es, en efecto, una enorme injusticia!

Los tomates le cuestan lo mismo al de las 30.000 que al de las 150.000 pesetas. Luche por el poder adquisitivo de los que no Hegan ni a 20.000.-

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