El rechazo de la banca aleja la esperanza de reducir la deuda azteca

Las gestiones mexicanas ante la banca internacional para canjear nuevos bonos por deuda externa, reduciendo su valor en el mercado secundario, no han logrado convencer a los acreedores, cuyas conversaciones con el Gobierno mexicano se proyectan hacia una "vía muerta", según una evaluación generalizada en los medios financieros locales.

"La rotunda negativa del Citibank a participar en la operación cupón cero destruye de golpe la esperanza de México de reducir de inmediato, mediante un sofisticado movimiento financiero, 16.700 millones de dólares de su deuda externa", afirma el edito...

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Las gestiones mexicanas ante la banca internacional para canjear nuevos bonos por deuda externa, reduciendo su valor en el mercado secundario, no han logrado convencer a los acreedores, cuyas conversaciones con el Gobierno mexicano se proyectan hacia una "vía muerta", según una evaluación generalizada en los medios financieros locales.

"La rotunda negativa del Citibank a participar en la operación cupón cero destruye de golpe la esperanza de México de reducir de inmediato, mediante un sofisticado movimiento financiero, 16.700 millones de dólares de su deuda externa", afirma el editorialista Alberto Barranco, del diario La Jornada.

La "operación cupón cero", anunciada por México el 29 de diciembre, consiste en la emisión de bonos por 10.000 millones de dólares, a 20 años de plazo, respaldados por cupones especiales del Tesoro de Estados Unidos, para canjearlos por deuda externa al precio del mercado secundario.

La deuda externa de México, que supera los 106.000 millones de dólares, es la segunda entre las mayores del Tercer Mundo, sólo superada ligeramente por la de Brasil.

Estrategas y funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de México, con apoyo de la influyente Banca Morgan y el Tesoro norteamericano, gestionan esta operación, pese a que "los banqueros los reciben y despiden amablemente, pero sin concederles nada", según informa la Prensa local.

De acuerdo con la propuesta inicial, la banca acreedora tenía un "plazo máximo" de 30 días para optar por los cupones, pero al vencer el plazo esta semana los eventuales interesados no estaban definidos y el plazo tuvo que ser prorrogado.

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