Faustino Varona, párroco de
Valderredible (Cantabria), estudioso de estas cuestiones, considera que los nombres más raros de España los ostentan sus feligreses y los de las parroquias de Palencia que también atiende. El párroco, que ha estudiado durante años este fenómeno, culpa de ello a curas "retrógrados, cabezones e intransigentes" que tuvo la comarca. Como muestra del exotismo del patronímico en aquellos confines, Faustino Varona menciona a convecinos llamados Hermes, Hermeto, Dos¡tea, Nicostrato, Teofisto, Efigencia, Eudovía y Coné....
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Valderredible (Cantabria), estudioso de estas cuestiones, considera que los nombres más raros de España los ostentan sus feligreses y los de las parroquias de Palencia que también atiende. El párroco, que ha estudiado durante años este fenómeno, culpa de ello a curas "retrógrados, cabezones e intransigentes" que tuvo la comarca. Como muestra del exotismo del patronímico en aquellos confines, Faustino Varona menciona a convecinos llamados Hermes, Hermeto, Dos¡tea, Nicostrato, Teofisto, Efigencia, Eudovía y Coné.