457 'etarras' presos

Los 457 miembros de ETA presos en las cárceles del Estado, se encuentran en su mayoría en los centros penitenciarios de Carabanchel y Alcalá Meco (Madrid), 188, y Herrera de la Mancha (Ciudad Real), 210. Asimismo, existen 24 miembros de la organización terrorista que cumplen condena en la prisión de Nanclares de Oca (Alava), 9 en la de Huesca, 8 en la cárcel de Daroca (Zaragoza), 7 en la de Almería, 6 en el centro penitenciario de Ocaña-1 (Toledo), 3 en San Sebastián y 1 en Bilbao.Los etarras mantienen dentro de las cárceles unas estructuras semejantes a las comunas. Todos reparten lo que tien...

Los 457 miembros de ETA presos en las cárceles del Estado, se encuentran en su mayoría en los centros penitenciarios de Carabanchel y Alcalá Meco (Madrid), 188, y Herrera de la Mancha (Ciudad Real), 210. Asimismo, existen 24 miembros de la organización terrorista que cumplen condena en la prisión de Nanclares de Oca (Alava), 9 en la de Huesca, 8 en la cárcel de Daroca (Zaragoza), 7 en la de Almería, 6 en el centro penitenciario de Ocaña-1 (Toledo), 3 en San Sebastián y 1 en Bilbao.Los etarras mantienen dentro de las cárceles unas estructuras semejantes a las comunas. Todos reparten lo que tienen entre los miembros de un mismo módulo, llegando a tomar las decisiones de común acuerdo. Los ministerios del Interior y de Justicia decidieron enviar fuera de las cárceles de Carabanchel, Alcalá Meco y Herrera de La Mancha, donde se encuentra el grueso de los presos etarras, a los activistas que en su día solicitaron la reinserción o la amnistía personal.

La decisión de los citados ministerios ha sido siempre mal vista por la cúpula de la organización terrorista, que mantiene un férreo control sobre el resto de los activistas, a los que en determinadas ocasiones se ha amenazado con terminar igual que Yoyes [María Dolores González Catarain, Yoyes, fue asesinada por ETA Militar por acogerse a las medidas de reinsección] en el caso de pedir cualquiera de las dos salidas que ofrece el Gobierno a cambio de renunciar a la lucha armada.

A pesar del fuerte control al que están sometidos los presos de la organización terrorista por sus propios compañeros, una parte significativa de los reclusos está a favor de la negociación y de llegar a un acuerdo con el Gobierno para el abandono de la lucha armada y la erradicación de ETA Militar.