El 'parricida del bingo' de Logroño, condenado a 20 años

La Audiencia Provincial de La Ríoja ha condenado a 20 años y un día de prisión mayor a José María Madorrán Suberviola, como "autor responsable de un delito de parricidio", cometido el 25 de agosto de 1986, cuando su mujer jugaba al bingo en un local de Logroño. EI parricida, que se entregó voluntariamente, reconoció en el juicio que clavó un cuchillo de cocina a su esposa.

La sentencia de la audiencia provincial, dada a conocer ayer, considera que en el caso concurre la agravante de alevosía y la atenuante de arrebato y obcecación". El juicio se celebró el pasado día 20.José María Mador...

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La Audiencia Provincial de La Ríoja ha condenado a 20 años y un día de prisión mayor a José María Madorrán Suberviola, como "autor responsable de un delito de parricidio", cometido el 25 de agosto de 1986, cuando su mujer jugaba al bingo en un local de Logroño. EI parricida, que se entregó voluntariamente, reconoció en el juicio que clavó un cuchillo de cocina a su esposa.

La sentencia de la audiencia provincial, dada a conocer ayer, considera que en el caso concurre la agravante de alevosía y la atenuante de arrebato y obcecación". El juicio se celebró el pasado día 20.José María Madorrán Suberviola, de 55 años de edad, reconoció en el juicio haber clavado un cuchillo de cocina a su esposa, María Luisa Jiménez Pérez, el día 25 de agosto de 1986, cuando la mujer jugaba en el Bingo Rioja, en la avenida Colón, de Logroño. El parricida se entregó voluntariamente, tras cometer el crimen, y manifestó -en el juicio que no quiso matar a su esposa. "Yo la quería", puntualizó, "sólo quise asustarla un poco para ver si se avenía a volver conmigo".

El fiscal había solicitado, en sus conclusiones definitivas, la condena de 20 años y un día de arresto mayor que finalmente ha sido adoptada por el tribunal, mientras que la defensa, realizada por Carmelo Irazola, solicitó la absolución total, por trastorno mental transitorio, o alternativamente una pena de seis años y un día de arresto mayor, por los atenuantes de trastorno mental transitorio, obcecación y falta de intencionalidad.

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