EE UU asume como inevitable la salida de los F-16 y busca plazos largos para la retirada

Fuentes oficiales norteamericanas consultadas por EL PAÍS asumen como inevitable la salida del Ala Táctica 401 de España, pero en unos plazos muy largos que diluyan su impacto, presenten otra situación política en Madrid -con una mayor integración militar de nuestro país en la OTAN- o permitan incluso implicar de alguna manera a los F-16 en la partida más amplia de una negociación global de desarme convencional en Europa. Los funcionarios norteamericanos ya no hablan de que los aviones deban continuar en España, sino "en la región".

Una alta fuente del Pentágono, en conversación con EL ...

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Fuentes oficiales norteamericanas consultadas por EL PAÍS asumen como inevitable la salida del Ala Táctica 401 de España, pero en unos plazos muy largos que diluyan su impacto, presenten otra situación política en Madrid -con una mayor integración militar de nuestro país en la OTAN- o permitan incluso implicar de alguna manera a los F-16 en la partida más amplia de una negociación global de desarme convencional en Europa. Los funcionarios norteamericanos ya no hablan de que los aviones deban continuar en España, sino "en la región".

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Una alta fuente del Pentágono, en conversación con EL PAÍS, consideró "negociables" las diferencias existentes entre los dos países sobre la salida de los 72 F-16 de España. Por primera vez en 18 meses, un alto cargo norteamericano reconoció a EL PAÍS que la retirada de los F-16 de España no debilitaría la disuasión ofrecida por el sistema defensivo norteamericano en Europa. Aunque precisó que, en un contexto Este-Oeste, algunos pueden percibir que "una retirada unilateral de EE UU de Europa sería debilitadora para Occidente. Y en cuestiones de seguridad, las percepciones a veces se suelen convertir en realidad". "No hay nada que sugiera cambio alguno en la posición de Felipe González o de su Gobierno. Está claro que prefiere que Estados Unidos retire los aviones en algún período de tiempo", explicó un calificado funcionario gubernamental. No parece que el próximo congreso del PSOE vaya a afectar a esta situación", ironizó la fuente. "España es un país soberano, y si su Gobierno persiste en su demanda, ciertamente el Gobierno de EE UU se toma muy en serio la soberanía española", afirman medios oficiales que siguen las negociaciones. Existe aquí la clara sensación de que Washington ya no puede cambiar la posición de fondo del Gobierno español. Sólo quedaría la decisión política de dar la luz verde a un compromiso sobre los plazos, que, una vez superado el principal escollo de los F-16, permitiría un rápido acuerdo -antes de mayo- más técnico, pero importante, sobre los detalles del nuevo convenio y el resto de las instalaciones militares que mantendrá EE UU en España. La falta aún de esta decisión política -que quedó de manifiesto tras la entrevista mantenida a principios de diciembre entre Narcís Serra y el secretario de Defensa, Frank Carlucci, en Bruselas forzó la cancelación de la ronda negociadora de este mes.

Habrá acuerdo

Una fuente del Gobierno norteamericano subrayó esta semana que "los buenos amigos siempre encuentran soluciones" y, eventualmente, "tendremos un acuerdo". Oficialmente al menos, aquí no se le ha dado excesiva importancia al mensaje transmitido por Francisco Fernández Ordóñez al embajador norteamericano Reginald Bartholomew el pasado 10 de diciembre con el deseo español de que los F-16 abandonen el país antes de mayo de 1991. "No queremos caracterizar ninguna posición como un ultimátum, que no es negociable. No creo que ninguno de nosotros negocie con estos métodos ni que entre amigos se presenten ultimatos", afirman fuentes oficiales norteamericanas.Washington dice que no ha sido presentada como una propuesta formal, para evitar también un rechazo formal, algo que las dos partes tratan de evitar. "Nadie, ni España ni Estados Unidos, ha presentado sus posiciones con una nota de finalidad, como algo que no es negociable", explican las autoridades norteamericanas, que aseguran que la tormenta del 10 de diciembre tiene más significado para la Prensa que importancia real. "No hemos sido sorprendidos: la posición española del 10 de diciembre no es particularmente diflerente de la de julio de 1986, cuando comenzaron las negociaciones. No ha cambiado", admiten las fuentes. Estados Unidos no trata ya de trasladar la negociación sobre Torrejón al marco bilateral de la OTAN. La conversación entre Serra y Carlucci en Bruselas "no fue bien interpretada", aseguró el funcionario norteamericano. Pero la Alianza está implicada en este asunto, y en algún momento, cuando Madrid y Washington hayan llegado a un acuerdo, la OTAN tendrá que ser informada por EE UU de que habrá que buscar otro sitio para los F-16 que están comprometidos a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, explicó la misma fuente.

Misiones del Ala 401

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"Pero no se trata de abrir una negociación, sino de decir a los aliados cuáles son las consecuencias del acuerdo con España: que les buscamos a los aviones otra casa en Europa o tendrán que volver a EE UU". El informador de EL PAÍS declaró también: "Puedo decir categóricamente que no existen planes para implicar a los F-16 del Ala, 401 ni desde Torrejón de Ardoz ni desde sus bases de despliegue avanzado de Aviano, en Italia, o Incirclik, en Turquía, en misiones en Oriente Próximo o en el norte de África fuera del marco geográfico de la Aliaruca Atlántica". El Gobierno español está convencido de lo contrario, y la Prensa norteamericana se refiere habitualmente a la eventual utilización del Ala 401 para misiones de apoyo a la política norteamericana en Oriente Próximo.

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