Cierta subida del tono vital

El termómetro del tono vital registra una cierta subida, aproximándose al nivel que tenía en la primavera de este año o en la entrada del invierno de 1986 (valor 55 entre 0 y 100). Como se puede apreciar en el desglose de los componentes de este índice, la mejora se observa en las dimensiones de logro y reconocimiento de los sujetos individuales (para más personas las cosas les salen bien y, alguien se lo reconoce). Al mismo tiempo, aumenta el número de los que se sienten aburridos, deprimidos o faltos de ilusión; una dimensión central de la sociabilidad. Estamos ante una pauta contrari...

El termómetro del tono vital registra una cierta subida, aproximándose al nivel que tenía en la primavera de este año o en la entrada del invierno de 1986 (valor 55 entre 0 y 100). Como se puede apreciar en el desglose de los componentes de este índice, la mejora se observa en las dimensiones de logro y reconocimiento de los sujetos individuales (para más personas las cosas les salen bien y, alguien se lo reconoce). Al mismo tiempo, aumenta el número de los que se sienten aburridos, deprimidos o faltos de ilusión; una dimensión central de la sociabilidad. Estamos ante una pauta contraria a la del final del verano, cuando, con más euforia o ilusión por la vida, se notaba una menor tensión por la competitividad. Resulta razonable atribuir este incremento de los sentimientos depresivos al crash bursátil de octubre-noviembre.Si se piensa que el número de accionistas afectados asciende a varios millones de personas, no debe sorprender que un porcentaje equivalente a 1,5 millones por encima del nivel de septiembre se sienta aburrido o deprimido.