Tribuna:

El discreto encanto de las subidas

La escasez de papel y la mejoría de la mayor parte de las bolsas internacionales han propiciado un pequeño cambio de imagen del mercado de valores que otorga cierta consistencia al nivel del 200%, pues la reacción se ha producido en su entorno. La desigualdad del movimiento alcista plantea multitud de dudas sobre su alcance, pero va a servir para contrastar el nivel de la cotización de muchos valores sobre los que el mercado ya tiene una opinión. En muchos casos, el efecto de la subida ha atraído al papel, mientras que en otros ha despertado el interés de los inversores. Lo que en principio pu...

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La escasez de papel y la mejoría de la mayor parte de las bolsas internacionales han propiciado un pequeño cambio de imagen del mercado de valores que otorga cierta consistencia al nivel del 200%, pues la reacción se ha producido en su entorno. La desigualdad del movimiento alcista plantea multitud de dudas sobre su alcance, pero va a servir para contrastar el nivel de la cotización de muchos valores sobre los que el mercado ya tiene una opinión. En muchos casos, el efecto de la subida ha atraído al papel, mientras que en otros ha despertado el interés de los inversores. Lo que en principio puede presentarse como una absoluta falta de dirección, bien pudiera ser el inicio de un proceso de selección, totalmente necesario, para deterrminar el precio adecuado de cada valor.Al igual que ya sucedió en las sesiones anteriores, el interés estaba centrado en los valores bancarios y en su capacidad para encabezar un movimiento alcista. Los resultados no son nada optimistas, pues el papel ha dominado la situación hasta el punto de que Banesto negoció algo más de 540.000 títulos, cantidad que se duplicó con la aportación de los otros siete componentes de la élite bancaria. Las repeticiones fueron la norma, y sólo el Bilbao y el Santander cedieron tres enteros.

En todos los grupos se han impuesto los avances, pese a que las bajas han continuado presionando y a que en muchos casos la contrapartida compradora brilló por su ausencia. En los sectores industriales se dieron las subidas más fuertes, llegándose en algunos casos al 20%, y sin que este dato fuese un atractivo adicional para compradores o vendedores. La ausencia de criterio ha personalizado al máximo la actuación de los inversores, lo que dificulta aún más las predicciones, algo que se reflejaba con toda fidelidad en este último cierre.

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