CITA EN WASHINGTON

Una manifestación oficialista desarbola la protesta de los judíos moscovitas

Cientos de hombres corpulentos, que se identificaron como manifestantes por la paz, desmantelaron una manifestación de no más de una veintena de judíos que protestaban contra la política de emigración de la Unión Soviética frente al Ministerio de Asuntos Exteriores, situado en la plaza de Smolensk, en Moscú.Una docena de autobuses llenos hasta los topes llegó a la mencionada plaza, situada en el centro de la capital soviética, poco antes de las doce de la mañana, hora en que estaba prevista la manifestación de los judíos. Mientras bajaban de los autobuses, uno de los organizadores explicó que ...

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Cientos de hombres corpulentos, que se identificaron como manifestantes por la paz, desmantelaron una manifestación de no más de una veintena de judíos que protestaban contra la política de emigración de la Unión Soviética frente al Ministerio de Asuntos Exteriores, situado en la plaza de Smolensk, en Moscú.Una docena de autobuses llenos hasta los topes llegó a la mencionada plaza, situada en el centro de la capital soviética, poco antes de las doce de la mañana, hora en que estaba prevista la manifestación de los judíos. Mientras bajaban de los autobuses, uno de los organizadores explicó que se trataba de "un encuentro de amistad".

Pequeños grupos de judíos empezaron a llegar cantando consignas en las que pedían públicamente que les fueran concedidos los visados para emigrar. Los ocupantes de los autobuses les esperaban cogidos de las manos y empezaron a rodearles. Unos minutos después, algunos carteles que decían "Dejadnos ir a Israel" habían desaparecido hechos pedazos y pisoteados por los manifestantes oficialistas. Una mujer ya anciana, Natalia Rubenshtein, fue prácticamente derribada cuando los manifestantes intentaron destruir su cartel. "Escribid acerca del tipo de democracia que tenemos aquí", gritó otra mujer mientras era empujada por los manifestantes de la paz. Grupos de fornidos jóvenes vigilaban los accesos a la plaza de Smolensk.

El corresponsal de la cadena de televisión norteamericana CNN, Peter Arnett, que junto a su equipo estaba filmando los incidentes, fue detenido por la policía. Arnett fue puesto en libertad cuatro horas más tarde y explicó que las autoridades soviéticas le dejaron ir sin cargos después de un duro interrogatorio y de firmar un documento en el que cada parte exponía su versión de los hechos.

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