¿Qué pasó en Vitoria?

No todos fueron plácemes. Una treintena de jóvenes situados fuera del aula interrumpió el acto en diversas ocasiones con gritos de "fascista, fascista"; "Fraga-Pinochet" y "Fraga es de todos, queremos un cacho". Los asistentes al acto acallaban con aplausos los improperios. Una pancarta ocultaba todo un ventanal con la siguiente frase: "Estás equivocado. Ni la universidad, ni la calle son tuyas. Vitoria, no olvidamos".Sin embargo, Fraga derrochó en esta ocasión la paciencia que otras veces escatima y juzgó "irrelevante" el ataque. Cuando más arreciaba el griterío, a lo más que condescendió Fra...

No todos fueron plácemes. Una treintena de jóvenes situados fuera del aula interrumpió el acto en diversas ocasiones con gritos de "fascista, fascista"; "Fraga-Pinochet" y "Fraga es de todos, queremos un cacho". Los asistentes al acto acallaban con aplausos los improperios. Una pancarta ocultaba todo un ventanal con la siguiente frase: "Estás equivocado. Ni la universidad, ni la calle son tuyas. Vitoria, no olvidamos".Sin embargo, Fraga derrochó en esta ocasión la paciencia que otras veces escatima y juzgó "irrelevante" el ataque. Cuando más arreciaba el griterío, a lo más que condescendió Fraga fue a decir: "Algunos no vienen a hacer definiciones, sino a hacer el jabalí". Y cuando se autofelicitaba -"algo he tenido que ver yo"- porque se ha pasado de una "sociedad cerrada a otra abierta a todas las influencias", apostilló: "Aunque algunas quizá conviniera que no existieran". Sin embargo, la mejor defensa ayer de Fraga fue que muchos, por no decir la mayoría, desconocían su leyenda negra.

Una estudiante, ante la citada pancarta, preguntaba a su compañero: "Oye, ¿qué pasó en Vitoria?". Su compañero no le supo decir que el 3 de marzo de 1976 tres obreros resultaron muertos y más de un centenar heridos tras una violenta intervención de la policía, cuyo titular, como ministro de Gobernación, era entonces Manuel Fraga.