Asesinado un policía en Valencia cuando quería detener a los dos atracadores de un banco
El policía nacional Avelino Jiménez Pérez, de 39 años, resultó muerto ayer en Valencia cuando intentaba detener a los dos atracadores de una sucursal bancaria. Uno de los asaltantes disparó contra el policía, que murió en la clínica a la que fue trasladado. Los agresores huyeron con un botín próximo a las 600.000 pesetas.
Dos individuos entraron poco después del mediodía en la sucursal del Banco de Valencia, en el número 71 de la calle de Jesús. Tras intimidar a clientes y empleados con un arma, se llevaron alrededor de 600.000 pesetas. Uno de los empleados accionó el sistema de alarma,...
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El policía nacional Avelino Jiménez Pérez, de 39 años, resultó muerto ayer en Valencia cuando intentaba detener a los dos atracadores de una sucursal bancaria. Uno de los asaltantes disparó contra el policía, que murió en la clínica a la que fue trasladado. Los agresores huyeron con un botín próximo a las 600.000 pesetas.
Dos individuos entraron poco después del mediodía en la sucursal del Banco de Valencia, en el número 71 de la calle de Jesús. Tras intimidar a clientes y empleados con un arma, se llevaron alrededor de 600.000 pesetas. Uno de los empleados accionó el sistema de alarma, y esta señal fue comunicada a la sala del 091 de la Jefatura de Policía, que alertó a todas las unidades.Una pareja de agentes de la sección de motos fue la primera en llegar a la sucursal, que se encuentra cerca de la Jefatura Superior de Policía. Uno de los agentes entró al banco en el momento en que los atracadores salían, y fue intimidado con un revólver. Mientras tanto Avelino Jiménez quedó fuera. El primer agente lanzó al suelo su arma reglamentaria, en un intento de evitar que se derramara sangre.
Otras unidades policiales llegaron al banco y dieron el alto a los atracadores, uno de los cuales disparó contra Avelino Jiménez. Según unas fuentes, Jiménez murió tras ser alcanzado en medio del tiroteo que se produjo. Otras informaciones aseguran que el agente muerto recibió un disparo a quemarropa. La información facilitada por diversas fuentes en un primer momento fue muy confusa.
Uno de los agresores huyó a pie, mientras que el otro, al parecer, intimidó al conductor de un automóvil que se encontraba en las cercanías y lo obligó a alejarlo del lugar. La huida se produjo en medio de un intercambio de disparos que alcanzó a varios coches estacionados en la zona y rompió algunos cristales de la sucursal bancaria.
El automóvil, un Citroën CX, fue hallado más tarde en una calle céntrica y su propietario fue interrogado para obtener datos sobre la identidad del asaltante.
Avelino Jiménez era natural de Alborea (Albacete), estaba casado y tenía tres hijos de 11, 9 y 4 años. Había ingresado en la Academia Especial de Policía el día 1 de abril de 1973 y prestaba sus servicios en la sección de motos de seguridad ciudadana desde septiembre de 1986. Tenía su domicilio en Mislata, municipio colindante con Valencia.
A primeras horas de la tarde se practicó la autopsia del cadáver, y posteriormente se instaló la capilla ardiente en el cuartel de la Alameda, en Valencia. Hoy a las once de la mañana se celebrará el funeral.
Tras el tiroteo, Avelino Jiménez fue trasladado a la clínica Virgen del Consuelo, que se encuentra a escasos metros del lugar de los hechos. Los médicos que lo atendieron nada pudieron hacer por reanimarlo, ya que el disparo era mortal de necesidad.
"Aspecto norteafricano"
La policía montó un gran despliegue para intentar apresar a los atracadores, "de aspecto norteafricano", según fuentes policiales.Inspectores de policía recogieron los múltiples casquillos de bala, de] calibre 9 milímetros largo, que se encontraban en los alrededores del banco, lo que demuestra que se produjo un intenso tiroteo.
El director de la sucursal bancaria se negó ayer a recibir a los informadores para facilitar más detalles del suceso. Fuentes policiales aseguraron a este periódico que se trabaja sobre fuentes seguras para localizar a los asaltantes, aunque declinaron ofrecer más información para no dificultar los trabajos de investigación.
Sólo uno de los atracadores iba armado, mientras que el otro, al parecer, huyó con el arma arrojada al suelo por uno de los policías que acudió en primer lugar a la sucursal bancaria.