Una caja de bombones

China se ha comprometido a garantizar el buen funcionamiento de un invento por ella patentado, el de un país, dos sistemas. Y la primera ministra británica, Margaret Thatcher, dice creer en sus buenas intenciones. Después de todo, Hong Kong es una caja de bombones cuya conservación exige guardarla en la nevera para que no se derrita el chocolate. Aunque no sólo en la legalidad se ha conseguido un crecimiento del 9% sostenido a lo largo de 20 años. El juego, la pornografía y la droga también tienen sentados sus reales en Hong Kong, y son incompatibles con la ética oficial socialista.Hong Kong, ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

China se ha comprometido a garantizar el buen funcionamiento de un invento por ella patentado, el de un país, dos sistemas. Y la primera ministra británica, Margaret Thatcher, dice creer en sus buenas intenciones. Después de todo, Hong Kong es una caja de bombones cuya conservación exige guardarla en la nevera para que no se derrita el chocolate. Aunque no sólo en la legalidad se ha conseguido un crecimiento del 9% sostenido a lo largo de 20 años. El juego, la pornografía y la droga también tienen sentados sus reales en Hong Kong, y son incompatibles con la ética oficial socialista.Hong Kong, que hasta los años treinta ostentó el monopolio para procesar el opio, es hoy uno de los mercados favoritos para el tráfico de alguno de sus derivados, como la morfina y la heroína. Pero los que viven de estos capítulos son los menos. Y en Pekín reina por ahora la moderación.

Más información

Atrás quedaron los sangrientos sucesos de la década ominosa ( 1966-1976) y las desviaciones del maoísmo. Tan atrás que en algunas tiendas de antigüedades de la calle de Hollywood se venden retratos de Mao Zedong enmarcados y amarillentos, ejemplares sobados de su Libro Rojo e incluso gorras de los temibles guardias rojos.

El día en que se derriben las alambradas que, cual muro de Berlín al revés, separan la isla de Hong Kong (Tratado de Nanjing, 1843), Kowloon (Tratado de Tianjing y Pekín, 1860) y los Nuevos Territorios (alquilados por 99 años el 1 de junio de 1898) de China, algo muy importante para los habitantes de Hong Kong (un 95% de ellos, chinos) se pondrá a prueba: el boom periodístico que permite que diariamente aparezcan 60 publicaciones. Lo paradójico es que los británicos, en extraña alianza con sus sucesores, han preparado una ley cuyo único fin evidente es coartar la libertad de expresión.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En