Tres muchachos sevillanos de 13 a 18 años mataron a palos a un guarda que les sorprendió robando

Dos menores, de 13 y 15 años de edad, y un joven de 18 años han sido acusados por la policía en Sevilla de la muerte a palos, el pasado mes de agosto, del guarda de una huerta situada junto a la barriada de Pino Montano, un barrio-dormitorio de la ciudad. Los presuntos asesinos, que se encuentran detenidos, apalearon al guarda cuando éste les sorprendió robando fruta.Los acusados son J. J. C. C., de 13 años; A. C. F., de 15, y J. S. F., de 18 años, alias El Cortina. Los dos últimos se encontraban detenidos, por otras acusaciones, A. C. F en un centro tutelar de menores por varios delito...

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Dos menores, de 13 y 15 años de edad, y un joven de 18 años han sido acusados por la policía en Sevilla de la muerte a palos, el pasado mes de agosto, del guarda de una huerta situada junto a la barriada de Pino Montano, un barrio-dormitorio de la ciudad. Los presuntos asesinos, que se encuentran detenidos, apalearon al guarda cuando éste les sorprendió robando fruta.Los acusados son J. J. C. C., de 13 años; A. C. F., de 15, y J. S. F., de 18 años, alias El Cortina. Los dos últimos se encontraban detenidos, por otras acusaciones, A. C. F en un centro tutelar de menores por varios delitos, y J. S. F. en prisión por otro hecho delictivo. La nota policial indica que A.C. F. fue localizado en el campo.

EL PAÍS, Sevilla

De Mario Vargas Llosa. Intérpretes:Nati Mistral, José Sancho, Emma Suárez, Ricardo Palacios, Paco Plaza, Paco Torres. Escenografía de Andrea d'Odorico y Mario Bernedo. Dirección: Miguel Narros. Estreno, teatro Espronceda, 3 de noviembre.

Según la información facilitada ayer por la policía de Sevilla, los tres presuntos asesinos fueron sorprendidos por el guarda cuando habían entrado con una carretilla en la huerta y estaban robando fruta. El guarda fue apaleado hasta la muerte con una estaca y después le robaron el dinero que llevaba y el mayor de los acusados, siempre según la versión policial, le quitó el reloj, que vendió a un chatarrero por 300 pesetas.

Funcionarios policiales expertos en este tipo de delitos centraron sus pesquisas en los tres jóvenes, porque habían sido vistos merodeando por los alrededores, y los indentificaron tras múltiples gestiones en las barriadas marginales de Torreblanca y El Vacie, de la misma ciudad de Sevilla.

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