El monopolio de la 'glasnost'

Elección, Punto de Vista, Express Jronika o Merkuri son algunas de las publicaciones no oficiales (en forma de boletines mecanografiados y copiados en papel carbón) cuyo número va en aumento en la URSS en tanto que sigue sin aprobarse una ley de Prensa que, según lo previsto, debería haber visto la luz hace un año, durante el cuarto trimestre de 1986.Las instituciones establecidas siguen monopolizando el acceso a la técnica de impresión, y ni siquiera las cooperativas de edición, anunciadas alegremente la pasada primavera, han podido comenzar unas actividades que implicarían la ruptura ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Elección, Punto de Vista, Express Jronika o Merkuri son algunas de las publicaciones no oficiales (en forma de boletines mecanografiados y copiados en papel carbón) cuyo número va en aumento en la URSS en tanto que sigue sin aprobarse una ley de Prensa que, según lo previsto, debería haber visto la luz hace un año, durante el cuarto trimestre de 1986.Las instituciones establecidas siguen monopolizando el acceso a la técnica de impresión, y ni siquiera las cooperativas de edición, anunciadas alegremente la pasada primavera, han podido comenzar unas actividades que implicarían la ruptura del monopolio oficial.

Los títulos de publicaciones marginales que llegan a conocimiento de los corresponsales occidentales en Moscú suman una decena. Además de Glasnost, dirigida por Serguei Grigoriants, aparecen en Moscú Día tras Día, del grupo Dovera, y el Boletín de la Comunidad Cristiana, de carácter religioso.

Más información

Punto de Vista representa una posición de socialismo con rostro humano, en tanto que Elección está especializada en filosofía y temas religiosos. El número de páginas de todas estas ediciones caseras oscila entre un par de folios y más de un centenar, y la periodicidad va desde la irregularidad total al carácter semanal que tiene, por ejemplo, Express Jronika.

Esta revista se limita a dar sucintas informaciones factuales no recogidas en la Prensa, y se define abiertamente como un "fenómeno antiperestroika", según uno de sus autores, el cantante Piotr Starchik.

"Se trata de una publicación para hacer antisoviéticos a los soviéticos con la seguridad de que la perestroika no puede llevarse a cabo, porque supondría el fin del bolchevismo", afirma con la mayor tranquilidad del mundo Piotr Starchik.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En