Telefónica, condenada a admitir a una joven rechazada por desviación de columna

La Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) tendrá que admitir a María Isabel Brito, joven que el servicio médico de la empresa rechazó por considerarla no apta para ocupar la plaza de técnico administrativo, ganada en oposición, por sufrir una desviación de columna, según sentencia de la Magistratura de Trabajo número 12 de Madrid. La sentencia establece que este defecto no le impide desarrollar tareas puramente administrativas.

Con la sentencia de Magistratura de Trabajo se pone fin -al menos de momento- a un largo proceso iniciado en 1985. María Isabel Brito se presentó a unas o...

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La Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) tendrá que admitir a María Isabel Brito, joven que el servicio médico de la empresa rechazó por considerarla no apta para ocupar la plaza de técnico administrativo, ganada en oposición, por sufrir una desviación de columna, según sentencia de la Magistratura de Trabajo número 12 de Madrid. La sentencia establece que este defecto no le impide desarrollar tareas puramente administrativas.

Con la sentencia de Magistratura de Trabajo se pone fin -al menos de momento- a un largo proceso iniciado en 1985. María Isabel Brito se presentó a unas oposiciones para ocupar plazas de técnicos administrativos y diplomados en Ciencias Empresariales en Telefónica. María Isabel ganó la oposición -pruebas escritas, entrevista personal y reconocimiento médico- y fue convocada a un curso de formación. Al finalizar el mismo, se le notificó que había sido declarada no apta en el reconocimiento médico por padecer una escoliosis (desviación de columna).María Isabel Brito inició en ese momento una batalla particular para que le fuera reconocido su derecho al puesto de trabajo. Presentó certificados médicos que aseguraban que su escoliosis estaba consolidada y no impedía en absoluto el desarrollo de sus tareas. Telefónica rechazó en todo momento estos certificados. María Isabel denunció su caso ante los sindicatos, Presidencia del Gobierno, Defensor del Pueblo, alcalde de Madrid, Parlamento... En todos los casos se le dieron buenas palabras.

El pasado mes de agosto, Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, remitía a la joven la contestación que le había dado Luis Solana, presidente de Telefónica, en la que insistía en que legalmente se la consideraba como minusválida e incapacitada para este trabajo -tareas de oficina- y se anunciaba que estaba pendiente de una sentencia de Magistratura. Fuentes de la compañía habían advertido en su momento que "acatarían la decisión judicial".

El magistrado establece en la sentencia -recurrible ante el Tribunal Central de Trabajo- que la escoliosis no impide que María Isabel Brito desarrolle con normalidad su trabajo y condena a la empresa a admitirla al período de prueba establecido en la convocatoria. Y subraya que la empresa no ha remitido a la Magistratura los expedientes solicitados, lo que califica de actitud obstructiva de Telefónica.

No es el único caso que Telefónica ha protagonizado con aspirantes femeninas. También rechazó a otras jóvenes para ocupar puestos de trabajo -hasta ahora reservados a hombres- por considerar que no cumplían determinados requisitos de peso y talla. Magistratura ha fallado a favor de Telefónica en estos casos, aunque la sentencia está recurrida ante el Tribunal Central de Trabajo.

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