Cartas al director

Latas agresivas

La sencilla y lúdica faena doméstica de condimentar con atún la ensalada de tomate me estropeó las últimas jornadas veraniegas: cinco puntos para cerrar el costurón en la mano constituyen un tributo excesivo a la chapucera tecnología nacional de las latas de conserva fáciles de abrir.

Con anterioridad había tenido experiencias con latas rebeldes que dejan la anilla en el dedo, latas a medio abrir que te fuerzan a utilizar el abrelatas o los alicates en, condiciones desfavorables o incluso salpicaduras de aceite en la violencia incontrolada a la que el ingenioso dispositivo te obl...

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La sencilla y lúdica faena doméstica de condimentar con atún la ensalada de tomate me estropeó las últimas jornadas veraniegas: cinco puntos para cerrar el costurón en la mano constituyen un tributo excesivo a la chapucera tecnología nacional de las latas de conserva fáciles de abrir.

Con anterioridad había tenido experiencias con latas rebeldes que dejan la anilla en el dedo, latas a medio abrir que te fuerzan a utilizar el abrelatas o los alicates en, condiciones desfavorables o incluso salpicaduras de aceite en la violencia incontrolada a la que el ingenioso dispositivo te obliga. Nunca hasta este desgraciado incidente había tenido constancia del potencial agresivo de las nuevas tecnologías que ahorran abrelatas. Ahora, forzado a explicar mi aparatoso vendaje a familiares, amigos y vecinos he comprendido que el problema tiene unas dimensiones que trascienden la pura anécdota personal.

En solidaridad con tantos afectados anónimos, pido desde aquí una acción eficaz de las instituciones de protección al consumidor-

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