JUEGOS PANAMERICANOS

Los fracasos ante Cuba en béisbol y boxeo empanan el balance de EE UU

El dominio estadounidense en el medallero, los incidentes políticos entre anticastristas y deportistas cubanos y las derrotas llamativas de los norteamericanos en algunos deportes fueron notas destacadas de los X Juegos Panamericanos, clausurados anoche en Indianápolis. Estados Unidos totalizó 367 medallas, 167 de ellas de oro, más del doble que su inmediato rival, Cuba, que acumuló 173, 74 de ellas de oro, con Canadá en tercer lugar (166, 31 de oro).

Los estadounidenses han acusado como un fracaso las derrotas en deportes muy apreciados por estos pagos, como el béisbol, frente a Cu...

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El dominio estadounidense en el medallero, los incidentes políticos entre anticastristas y deportistas cubanos y las derrotas llamativas de los norteamericanos en algunos deportes fueron notas destacadas de los X Juegos Panamericanos, clausurados anoche en Indianápolis. Estados Unidos totalizó 367 medallas, 167 de ellas de oro, más del doble que su inmediato rival, Cuba, que acumuló 173, 74 de ellas de oro, con Canadá en tercer lugar (166, 31 de oro).

Los estadounidenses han acusado como un fracaso las derrotas en deportes muy apreciados por estos pagos, como el béisbol, frente a Cuba, baloncesto, ante Brasil, y boxeo, con los caribeños como netos dominadores. Las mejores marcas correspondieron, no obstante, a los atletas estadounidenses, como Dan Carlisle (récord mundial en tiro), Jackie Joyner (récord mundial de longitud igualado con 7,45) o Carl Lewis (8,75 en longitud masculina).

La figura de los juegos ha sido, sin duda, una nadadora costarricense de 16 años, Silvia Poll, capaz de ganar ocho medallas frente a estadounidenses y canadienses, consideradas entre las mejores especialistas del mundo. Esta atleta, de origen alemán, ha pasado a contarse entre las candidatas a metal en Seúl '88.

No han faltado nombres españoles en los Panamericanos, como los de Javier García Cuesta, ex jugador del Atlético de Madrid y ex internacional, que ahora, como responsable de la selección estadounidense de balonmano condujo a ésta al oro y a una plaza en Seúl' 88. O como el del árbitro Víctor Mas, que ha dirigido varios encuentros de baloncesto en unión de sus colegas europeos Lubomir Kotleba y Costas Rigas, únicos representantes del viejo continente en el torneo, ganado con brillantez por Brasil ante Estados Unidos.

Los Incidentes

En el plano político los incidentes entre grupos anticastristas y miembros de la delegación cubana -la más numerosa, con 600 personas, desde la creación de los juegos en 1951- coparon en muchos casos la primera página de los periódicos, por encima de las gestas deportivas. El suceso más grave se produjo en la segunda jornada del torneo de boxeo, cuando púgiles y miembros del servicio cubano de seguridad respondieron con golpes a una provocación del movimiento Cuba Independiente Democrática con saldo de dos exiliados heridos y un detenido.

Lanzamiento de octavillas, apertura de oficinas para atender a posibles peticiones de asilo -lo que, hasta anoche, sólo se produjo en el caso de ocho deportistas-militares dominicanos y uno peruano, y por razones más económicas que políticas- y exhibición de pancartas desde un avión fueron algunas de las actividades desarrolladas por los anticastristas.

La delegación cubana solicitó en reiteradas ocasiones a las autoridades locales la prohibición de dichas manifestaciones, realizadas al amparo de la Constitución de Estados Unidos, por lo que la policía se limitó a evitar -cuando pudo- los enfrentamientos.

En la ceremonia de clausura intervinieron el presidente del Comité Organizador de los X Juegos, Theodore Boehm, y el titular de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA), Mario Vásquez Raña, que clausuró oficialmente los Juegos.

La presencia en la ceremonia del ministro de Educación de Cuba y uno de los más estrechos colaboradores de Fidel Castro, José Ramón Fernández Álvarez, disipó también el temor a una posible incomparecencia cubana en los actos finales de los juegos, que darán paso, dentro de cuatro años, a la undécima edición, con sede precisamente en La Habana.

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