Cartas al director

Situación bancaria

Ante la cantidad de noticias que últimamente vienen apareciendo en su periódico sobre los beneficios del sector de la banca privada, como empleado bancario quiero hacerle una serie de consideraciones que estimo es conveniente que conozca la opinión pública: Que los empleados del sector llevamos 19 meses sin tener convenio colectivo.Que después de la huelga llevada a cabo los días 19 y 20 del pasado mes de junio, convocada por los sindicatos CC OO, UGT y FITC, los banqueros no se avienen a negociar las reivindicaciones que creemos son justas (un incremento salarial del 8%, reclasificación de ca...

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Ante la cantidad de noticias que últimamente vienen apareciendo en su periódico sobre los beneficios del sector de la banca privada, como empleado bancario quiero hacerle una serie de consideraciones que estimo es conveniente que conozca la opinión pública: Que los empleados del sector llevamos 19 meses sin tener convenio colectivo.Que después de la huelga llevada a cabo los días 19 y 20 del pasado mes de junio, convocada por los sindicatos CC OO, UGT y FITC, los banqueros no se avienen a negociar las reivindicaciones que creemos son justas (un incremento salarial del 8%, reclasificación de categorías, mantenimiento del complemento de pensiones, reducción de jornada en sábados libres).

Que se han perdido más de 20.000 puestos de trabajo en el sector en los últimos ocho años, produciéndose una reconversión que desde luego no ha tenido tanto eco en los medios de comunicación como otras.

Que los banqueros se jactan en sus memorias de ejercicio de haber logrado reducir los gastos de personal sin ningún complejo.

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Que nuestros salarios, bastante esquilmados durante los últimos años, han quedado muy por debajo de otros sectores, y que difícilmente con un 4,75% podemos mantener nuestro poder adquisitivo.

Que brilla por su ausencia una formación profesional en el sector, abocando a muchos compañeros a una desprofesionalización creciente.

Un análisis serio de lo anteriormente expuesto permite deducir que la entrada en la Comunidad Europea se quiere aprovechar por parte de los empresarios para flexibilizar todas las relaciones laborales a cambio de mantener intactas las cuentas de resultados y de pagar sueldos del Tercer Mundo.-

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