La apertura de la zona desnudista del barrio del Pilar se retrasa hasta septiembre

La apertura de la segunda zona desnudista municipal, en la piscina del barrio del Pilar, se ha retrasado hasta principios de septiembre por la necesidad de ajustar el proyecto a la nueva normativa sobre piscinas. En agosto se acondicionará el solar, de unos 700 metros cuadrados, mientras que la construcción de un pequeño vaso de seis por cuatro metros no se hará hasta el verano próximo. Por su parte, el recinto desnudista de La Elipa cumple un año, con una media diaria de 125 visitantes.

La inauguración de la zona desnudista del barrio del Pilar estaba prevista para finales de julio...

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La apertura de la segunda zona desnudista municipal, en la piscina del barrio del Pilar, se ha retrasado hasta principios de septiembre por la necesidad de ajustar el proyecto a la nueva normativa sobre piscinas. En agosto se acondicionará el solar, de unos 700 metros cuadrados, mientras que la construcción de un pequeño vaso de seis por cuatro metros no se hará hasta el verano próximo. Por su parte, el recinto desnudista de La Elipa cumple un año, con una media diaria de 125 visitantes.

La inauguración de la zona desnudista del barrio del Pilar estaba prevista para finales de julio. Problemas de última hora han retrasado el proyecto. El Instituto Municipal de Deportes (IMD) aprobó inicialmente un proyecto de cerca de cinco millones de pesetas, que incluía la construcción de una pequeña piscina para uso exclusivo de los desnudistas.La aprobación en mayo de una nueva normativa sobre las piscinas públicas obligó a modificar el proyecto, en plena carrera electoral. Los cambios introducidos, como un nuevo sistema de depuración o la construcción de un vaso de bordes rebosantes, disparaban el proyecto por encima de los cinco millones de pesetas presupuestados inicialmente. Las obras con presupuesto superior a esta cifra han de ser aprobadas por la junta rectora del IMD, aún no constituida tras las elecciones municipales.

Así las cosas, el proyecto estuvo durante unos días en la cuerda floja. Al final han pesado más los compromisos adquiridos: la zona desnudista será inaugurada a finales de verano, pero la piscina tendrá que esperar un año para ser puesta en funcionamiento.

El presupuesto final es de 4,5 millones de pesetas. Se ha elegido un solar de unos 700 metros cuadrados en una vaguada situada entre las pistas polideportivas y la zona infantil del polideportivo de El Pilar. La zona quedará aislada del exterior por un cerramiento doble, cubierto de brezo, de cuatro metros de altura. El proyecto incluye la construcción de zonas ajardinadas y cabañas de sombra, así como el aprovechamiento de un riachuelo.

Fernando Arroyo, gerente del IMD, parece apostar por el desnudismo urbano. "Hay otro proyecto de una nueva zona nudista en la Casa de Campo que se llevará a cabo el próximo verano, al que habrá que añadir la construcción de piscinas para desnudistas en los recintos de El Pilar y La Elipa. La afluencia de usuarios ha demostrado que lo de La Elipa fue algo más que una labor de escaparate", aseguró Arroyo.

Ausencia de incidentes

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Unos 125 usuarios visitan a diario el reducto desnudista, que abrió la brecha en Madrid. Tras pagar las 200 pesetas de entrada a la piscina, los bañistas pueden franquear libremente -sin distinción de edades- la colina del desnudismo con una sola condición: colgar los hábitos al poco de franquear la entrada.La mayoría masculina sigue siendo abrumadora, como sucede en todos los lugares donde se puede practicar el desnudismo, aunque no es raro ver matrimonios con sus hijos tostándose en el solario.

El gerente del IMD destaca que no se han producido en todo este tiempo incidentes destacables, salvo la presencia inevitable de niños al otro lado de la valla de brezo que no pueden reprimir su curiosidad.

La mayoría de los desnudistas que acuden al recinto nudista de La Elipa destacan, sin embargo, la sensación de claustrofobia que les invade en las horas punta, cuando no se ve otra cosa que cielo y una nube de cuerpos desnudos. "No estaría de más que construyeran una piscina, porque levantarse cada dos por tres a darse una ducha es un cante", afirma un joven desnudista que prefiere ocultar su nombre.

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