Reacciones alérgicas

Las picaduras de insectos, que en la mayoría de los casos no pasan de ser un accidente sin importancia, pueden tener a veces consecuencias fatales. La simple picadura de una avispa es capaz de producir la muerte. Y no depende de la toxicidad del insecto, sino de la hipersensibilidad del afectado, de su respuesta excesiva al veneno.Una ley básica en alergología es que una persona jamás puede sensibilizarse a una sustancia en un primer contacto, pero también es cierto que normalmente no se recuerdan las picaduras ocurridas en la infancia. Una segunda inoculación de veneno de serpiente, escorpión...

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Las picaduras de insectos, que en la mayoría de los casos no pasan de ser un accidente sin importancia, pueden tener a veces consecuencias fatales. La simple picadura de una avispa es capaz de producir la muerte. Y no depende de la toxicidad del insecto, sino de la hipersensibilidad del afectado, de su respuesta excesiva al veneno.Una ley básica en alergología es que una persona jamás puede sensibilizarse a una sustancia en un primer contacto, pero también es cierto que normalmente no se recuerdan las picaduras ocurridas en la infancia. Una segunda inoculación de veneno de serpiente, escorpión o araña es infrecuente, y por esta razón no se conocen reacciones alérgicas a estas ponzoñas.

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La incidencia de hipersensibilidad por picadura de insectos es baja, aproximadamente del 1%. La reacción alérgica no es predecible, pero, según el alergólogo Miguel Renart, las personas alérgicas a otras sustancias tienen mayor probabilidad de sensibilizarse a veneno de insectos, pudiendo elevarse hasta un 20% o 30%.

La reacción alérgica sobreviene en seguida, en cuestión de minutos. Se puede sospechar, según Renart, cuando es desproporcionada en cantidad o calidad, y el primer signo de alarma es que sobrepase la articulación afectada. El paciente puede llegar a sufrir desde una urticaria hasta un cuadro de choque, por lo que la situación constituye una urgencia médica.

La persona que se sabe alérgica suele llevar consigo una inyección de adrenalina, por si ocurre el temido accidente. Con esta precaución aumentan las posibilidades de llegar con vida al hospital, donde se realizará un tratamiento completo.

En los últimos años se ha podido dar un giro espectacular al tratamiento de los pacientes; sensibles gracias al em

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