Los dirigentes, a salvo de sobresaltos

Parece un hecho innegable que el control de la policía francesa sobre los refugiados es muy superior al que podría desprenderse de las detenciones que practica. Domingo Iturbe, Txomin, estuvo controlado durante meses antes de ser detenido. Y cuando se señala que la policía francesa se propuso hace varios meses localizar al actual máximo dirigente de ETAm, Francisco Múgica Garmendia, Paquito y Artapalo, se da por descontado que éste nunca sería entregado a España. El acuerdo hispano-francés, o al menos la política que la Administración francesa aplica en la práctica, parece descartar la ent...

Parece un hecho innegable que el control de la policía francesa sobre los refugiados es muy superior al que podría desprenderse de las detenciones que practica. Domingo Iturbe, Txomin, estuvo controlado durante meses antes de ser detenido. Y cuando se señala que la policía francesa se propuso hace varios meses localizar al actual máximo dirigente de ETAm, Francisco Múgica Garmendia, Paquito y Artapalo, se da por descontado que éste nunca sería entregado a España. El acuerdo hispano-francés, o al menos la política que la Administración francesa aplica en la práctica, parece descartar la entrega a España de los elementos a los que se les atribuye cierto peso dentro de ETA. Esta práctica encaja perfectamente con la idea que sustenta el Gobierno de París de que la solución final tendrá que ser negociada, aunque, naturalmente, no en los términos que pretende ETA Militar. Se sabe que muchos de los presuntos terroristas de ETA que se han trasladado a Argelia -y que parece que pertenecen a un grupo, si no hornogéneo, sí identificado con la idea de buscar una salida- han sido controlados por la policía francesa. "Como mínimo", han indicado fuentes de la Administración francesa, "puede decirse que la policía se ha hecho la despistada y que no ha intentado que pierdan el barco que parte desde Marsella todos los días en dirección a Argelia".Curiosamente, la operación argelina parece contar con el beneplácito de todas las partes implicadas, incluida la propia ETA. Los milis mantienen so bre este punto un silencio escrupuloso, quizá porque la salida argelina les permite retirar del comprometido suelo francés a elementos muy implicados en atentados realizados o en actividades de la organización que todavía podrían ser operativos si fueran entregados a la policía española. En todo caso, la salida argelina, la creación de un espacio que permite pasar a la reserva sin ser calificado de traidor, constituye un hecho trascendental, probablemente de no retorno, para una organización como ETAm. El Gobierno argelino -cuyo partido, el FLN, ha mantenido buenas relaciones con el entorno de ETAm- se perfila como uno de los elementos que pueden influir en la solución final. Desde esta perspectiva se puede apuntar con algo de frivolidad que la salida al problema de ETA, si es que llega a medio plazo, deberá inventarse en Argel.