Se entrega a la policía el supuesto 'violador del Vespino'

Pedro Antonio M. N., de 23 años, se entregó ayer por la mañana en la comisaría de Chamberí y se confesó autor de al menos una veintena de violaciones y robos intimidatorios en los últimos meses. El joven afirmó ser el violador del Vespino, así conocido porque varias de sus supuestas víctimas afirmaron que viajaba en una motocicleta de color negro. El violador actuó sobre todo en los barrios del Pinar de Chamartín, Buenavista, Ventas y la Estrella.

Pedro Antonio M. N., que carece de antecedentes policiales permanecía ayer detenido en las dependencias del Grupo de Homicidios de...

Pedro Antonio M. N., de 23 años, se entregó ayer por la mañana en la comisaría de Chamberí y se confesó autor de al menos una veintena de violaciones y robos intimidatorios en los últimos meses. El joven afirmó ser el violador del Vespino, así conocido porque varias de sus supuestas víctimas afirmaron que viajaba en una motocicleta de color negro. El violador actuó sobre todo en los barrios del Pinar de Chamartín, Buenavista, Ventas y la Estrella.

Pedro Antonio M. N., que carece de antecedentes policiales permanecía ayer detenido en las dependencias del Grupo de Homicidios de la Brigada Regional de Policía Judicial, en la Puerta del Sol. El supuesto violador del Vespino declaró que había decidido entregarse tras escuchar los consejos de un sacerdote y de varios amigos.

El violador era buscado desde hacía varios meses, a raíz de cerca de 20 denuncias presentadas por otras tantas mujeres y que coincidían en los datos del supuesto agresor. La policía elaboró un retrato robot para su uso por los coches patrulla.

El retrato llegó a manos de los vecinos del Pinar de Chamartín, que lo utilizaron para elaborar decenas de pasquines. Los carteles se distribuyeron por el barrio y fueron pegados en varios portales.

Los datos que figuraban junto al retrato robot coinciden prácticamente con los del detenido: complexión fuerte, 1,70 metros de altura, pelo oscuro, gafas... Los pasquines detallaban la forma en que el violador abordaba a sus víctimas "a la entrada de los portales, preferentemente entre las diez de la noche y las dos de la madrugada, intimidándolas primeramente con una navaja, que guarda en el bolsillo trasero del pantalón, y pidiéndoles el dinero que llevan, para a continuación abusar sexualmente de las mismas".

La policía proseguía ayer por la noche sus investigaciones, a la espera de que las mujeres denunciantes reconocieran como su agresor al detenido.