Cartas al director

Seguridad en el transporte público

Magistratura de Trabajo revocó recientemente las sanciones impuestas a unos empleados de Renfe a los que encontraron restos de droga en unos análisis de orina. Sin entrar en los aspectos jurídicos de una sentencia que desconozco, es evidente que el Estatuto de los Trabajadores, cuando habla de despido disciplinario, menciona que la embriaguez habitual o las toxicomanías podrán motivar la extinción del contrato. En el caso de trabajadores de un servicio de transporte público, y hablo como usuario, la repercusión negativa en el trabajo de un drogadicto o alcohólico puede ser gravísima. ¿Hay que ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Magistratura de Trabajo revocó recientemente las sanciones impuestas a unos empleados de Renfe a los que encontraron restos de droga en unos análisis de orina. Sin entrar en los aspectos jurídicos de una sentencia que desconozco, es evidente que el Estatuto de los Trabajadores, cuando habla de despido disciplinario, menciona que la embriaguez habitual o las toxicomanías podrán motivar la extinción del contrato. En el caso de trabajadores de un servicio de transporte público, y hablo como usuario, la repercusión negativa en el trabajo de un drogadicto o alcohólico puede ser gravísima. ¿Hay que esperar a que ocurra un accidente, como el que sucedió hace unos meses en Estados Unidos, en el que murieron casi dos decenas de personas en un choque de dos trenes y se reveló que los maquinistas habían consumido marihuana?La mayoría de los drogadictos o alcohólicos empiezan con dosis bajas, pues nadie es lo suficientemente tonto como para emporrarse por primera vez en el mismísimo puesto de trabajo. El problema es que después se empieza a consumir más, entre semana, hasta acabar siendo un toxicómano. ¿Dónde está la barrera? ¿Dónde tiene que ponerla una empresa de transporte público? Personalmente, pienso que lo más lejos posible, por la responsabilidad con los viajeros.

Aquí no existe, por tanto, ninguna intromisión en la libertad personal, ya que están en juego otras vidas humanas. Los pasajeros tienen derecho a que no se juegue con su vida, y las empresas de transporte son las responsables de ello.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En