Las tesis del ministro
Las declaraciones que el ministro del Interior, José Barrionuevo, ha realizado en las dos últimas semanas han provocado la proliferación de rumores sobre su posible dimisión y fuertes reacciones tanto en los medios de comunicación y sectores judiciales aludidos como en su propio partido, el PSOE.
En su intervención en la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, el 29 de junio, dijo que "ningún error o falta de un agente de seguridad debe ser silenciado ni tolerado, pero no es posible que siga el linchamiento moral que tantas veces se produce por esos errores o faltas".
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Las declaraciones que el ministro del Interior, José Barrionuevo, ha realizado en las dos últimas semanas han provocado la proliferación de rumores sobre su posible dimisión y fuertes reacciones tanto en los medios de comunicación y sectores judiciales aludidos como en su propio partido, el PSOE.
En su intervención en la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, el 29 de junio, dijo que "ningún error o falta de un agente de seguridad debe ser silenciado ni tolerado, pero no es posible que siga el linchamiento moral que tantas veces se produce por esos errores o faltas".
En una entrevista publicada por Cambio 16, del 7 de julio, Barrionuevo afirmaba que la política del ministerio estaba "algo desprotegida" e indicaba que había que incidir en cuatro frentes. En primer lugar, los medios de comunicación públicos y privados, a los cuales pidió que no fuesen "neutrales en el tema del terrorisino". En segundo término criticó la actitud de algunos magistrados, un grupo "de jueces que además presumen de progresistas y que escandalizan al resto de los jueces y a la mayoría de los ciudadanos".
En una conferencia de prensa, el 9 de julio, Barrionuevo realizó unas declaraciones en las que aclaraba que había pretendido provocar "cierta agitación" en el PSOE, en otros partidos y en la sociedad, y criticó de nuevo a "algunos, muy pocos" magistrados de la Asociación Jueces para la Democracia, que "se autocalifican de jueces progresistas y no son ni una cosa ni otra en el sentido literal de estos términos".
Días después, en unas declaraciones al diario italiano Il Messaggero, Barrionuevo calificó de "grupos dogmáticos anclados en el pasado" a los que pedían su dimisión, y criticó de nuevo a algunos jueces que, según él, "desarrollan un papel de políticos frustrados".