La lucha armada divide en Dakar a liberales blancos surafricanos y a la guerrilla

Un grupo de 59 liberales blancos surafricanos finalizó ayer un encuentro de tres días en la capital de Senegal con líderes del clandestino Congreso Nacional Africano (ANC) firmando un comunicado conjunto en el que se acepta como "una realidad histórica" la lucha armada contra el apartheid. La declaración conjunta emitida al final de las conversaciones afirma; sin embargo, que "no todos" los delegados blancos están de acuerdo en apoyar el uso de armas por parte del ANC, el principal grupo guerrillero que combate al régimen segregacionista de Pretoria.

La nota final señala que el prin...

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Un grupo de 59 liberales blancos surafricanos finalizó ayer un encuentro de tres días en la capital de Senegal con líderes del clandestino Congreso Nacional Africano (ANC) firmando un comunicado conjunto en el que se acepta como "una realidad histórica" la lucha armada contra el apartheid. La declaración conjunta emitida al final de las conversaciones afirma; sin embargo, que "no todos" los delegados blancos están de acuerdo en apoyar el uso de armas por parte del ANC, el principal grupo guerrillero que combate al régimen segregacionista de Pretoria.

La nota final señala que el principal tema de preocupación en las conversaciones fue la proliferación de la violencia y que, aunque hubo diferencias sobre la legitimidad o no de la lucha armada, se produjo la unanimidad en considerar que "la violencia en Suráfrica tiene su origen en que el uso de la fuerza es fundamental para la existencia y práctica de la discriminación racial".El texto afirma, además, que hubo también unanimidad para preferir una solución negociada, pero que estas negociaciones deben estar precedidas de la liberación de todos los prisioneros políticos y de la legalización de todas las organizaciones proscritas, incluida la ANC.

Los blancos presentes en el diálogo de Dakar -políticos, escritores, empresarios y académicos- han sido acusa dos de traición por la radio oficial de Suráfrica y por el grupo de extrema derecha Movimiento de Resistencia Afrikaner. El líder de la delegación, Frederik van Zyl Slabbert, rechazó ayer en conferencia de prensa los cargos de traición, aunque advirtió que no hay que tomar a la ligera las amenazas ni la posibilidad de una represalia gubernamental.

Uno de los delegados blancos que pidió que no se facilitase su identidad, declaró que Suráfrica debía "temer más de esa gente que de la ANC".

En el comunicado final, por otra parte, se establece la necesidad de continuar este tipo de diálogo y extenderlo a otras capas, de la población surafricana "para despejar malos entendidos y temores" en ambos sectores.

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