La punta del iceberg de la nueva inspección fiscal

La persecución por la vía penal del incumplimiento de las obligaciones fiscales, se inició en España vez en 1982. Pero las inmensas lagunas de la legislación y la falta de rigor en la elaboración de los expedientes condujeron a un rápido fracaso a todas las iniciativas tomadas entonces, lo que obligó a cambiar la ley y el método de inspección.La posterior modificación de la figura del delito fiscal y los nuevos criterios en la elaboración de expedientes y búsqueda de pruebas, han cambiado totalmente el panorama a partir de mediados de 1986. En los últimos meses las Delegaciones de Hacienda han...

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La persecución por la vía penal del incumplimiento de las obligaciones fiscales, se inició en España vez en 1982. Pero las inmensas lagunas de la legislación y la falta de rigor en la elaboración de los expedientes condujeron a un rápido fracaso a todas las iniciativas tomadas entonces, lo que obligó a cambiar la ley y el método de inspección.La posterior modificación de la figura del delito fiscal y los nuevos criterios en la elaboración de expedientes y búsqueda de pruebas, han cambiado totalmente el panorama a partir de mediados de 1986. En los últimos meses las Delegaciones de Hacienda han remitido más de 50 casos a los fiscales, 18 de los cuales corresponden a Barcelona.

Según los expertos consultados, el conjunto de estas iniciativas, unido a la reciente actuación respecto a los pagarés bancarios en Barcelona y a las investigaciones sobre el caso Pedro Ruiz, constituyen sólo la punta del íceberg de una más amplia y profunda actuación, que en los próximos meses se traducirá en un verdadero alud de expedientes. La mayor parte de posibles afectados será cierto tipo de contribuyentes ante los cuales Hacienda hasta ahora se sentía impotente por su complejidad fiscal.

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En el fondo de todas las medidas que impulsan este cambio late el deseo de Hacienda de acabar con la discriminación que sufren las rentas salariales, que por estar más a la vista de la inspección son las únicas que en la práctica no pueden escapar al marcaje del fisco. En la nueva etapa, la elaboración de los expedientes que fiscal se efectúa con criterios mucho más rigurosos y a cargo de un¡dades especializadas.

En el procedimiento actual, cuando un inspector detecta indicios de delito fiscal traslada el expediente a estas unidades especializadas, formadas por expertos en distintos campos (jurídicos, financieros, economistas) que actuan en equipo. Los miembros de estas unidades tienen absoluta libertad de movimiento para investigar tanto dentro como fuera (le España, lo que permite detectar las operaciones sofísticadas.

La puesta en marcha de esta poderosa maquinaria ha permitido esclarecer situaciones complejas, como por ejemplo ladel popular humorista Pedro Ruíz. Al parecer, este contribuyente presentó en 1985 las declaraciones de renta de los ejercicios de 1980, 1981, 1982 y 1983. No obstante, llamó la atención por no presentar la de 1984. Antes ya había levantado sospechas por no haber declarado en cuatro años.

La investigación más avanzada se centra en el ejercicio de 1983, sobre el que podrían haberse descubierto las mayores anomalías.

Este periódico no ha podido averiguar si en ese caso se trata de actividades presuntamente incursas en la figura del delito fiscal. Sin embargo, se considera sintomático que el expediente de Pedro Ruíz haya pasado a una de las llamadas unidades especializadas de reciente creación.

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