ASAMBLEA ELECTORAL DE LA PATRONAL

El miedo, la incomprensión y el bolsillo

C. M. José María Cuevas, en un tono en ocasiones exaltado, habló en el lenguaje del bolsillo, de la incomprensión política y del miedo al terrorismo. Tres mensajes que tocaron las cuerdas más sensibles entre los empresarios, que aplaudieron cuando Cuevas pronunció las siguientes frases:

"Aquellos que decían que en diciembre no tenían nada que negociar, han podido comprobar, que eso era inexacto y, por la vía de la presión, han claudicado lo que por la vía de la negociación con los agentes sociales representativos, hubieran podido conceder sin conflictividad y en un marco democrático"....

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C. M. José María Cuevas, en un tono en ocasiones exaltado, habló en el lenguaje del bolsillo, de la incomprensión política y del miedo al terrorismo. Tres mensajes que tocaron las cuerdas más sensibles entre los empresarios, que aplaudieron cuando Cuevas pronunció las siguientes frases:

"Aquellos que decían que en diciembre no tenían nada que negociar, han podido comprobar, que eso era inexacto y, por la vía de la presión, han claudicado lo que por la vía de la negociación con los agentes sociales representativos, hubieran podido conceder sin conflictividad y en un marco democrático".

"Vamos a plantear por todos los caminos admisibles en nuestra Constitución, la necesidad de que las empresas dejen de ser las obligadas y gratuitas recaudadoras de impuestos o cuotas que deben pagar al fisco directamente los ciudadanos.

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"El Gobierno, ante las explosiones sociales, se queja de no tener interlocutores. Pero cuando existen y sus planteamientos, aunque sean racionales o razonables, no encajan en su propia estrategia de poder, hace todo lo posible por descalificarles ante la opinión pública, dividirles o ignorarles".

"Todos deberíamos preguntarnos porqué (...) permitimos que en España se pongan en marcha campañas destinadas a dar mayor cobertura informativa y prestigio social a los partidarios de la violencia (...). Lo lamentable es que alcanzan grandes índices de eficacia y coaccionan moralmente a quienes intentan oponerse al terrorismo, aunque sea de manera modesta, aunque sea símplemente negándose, como yo hice, a pertenecer a un club que presta sus micrófonos para que se haga apología de la extorsión, el secuestro y la muerte".

"A quien afirme que en Euskadi no existe miedo o, más refinadamente, que sólo lo padecen los empresarios, habrá que responderle: tal vez tú no lo tengas porque te has alineado con los que aterrorizan a muchos otros. Más de uno debiera meditar sobre el precio que ha tenido que pagar en renuncia a decir lo que piensa, para comprar el derecho a afirmar que nada teme".

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