Cartas al director

"Pulsión escópica"

Acabo de reconciliarme con Octaví Martí. Desde que me engañó recomendándome en las páginas de su periódico la mediocre Infielmente tuya -Dudley Moore, por más que se empeñe, no le llega a Woody Allen ni a los tobillos-, había decidido no hacer caso de sus críticas cinematográficas. Uno leía con fruición las de Ángel Fernández-Santos, y cuando éste andaba en Berlín o Cannes, se resignaba a echar una mirada a los comentarios de Martí.Pero he aquí que el 25 de marzo leo su crítica sobre Angustia, de Bigas Luna, y no puedo por menos que hacer pública mi coincidencia con él y la consi...

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Acabo de reconciliarme con Octaví Martí. Desde que me engañó recomendándome en las páginas de su periódico la mediocre Infielmente tuya -Dudley Moore, por más que se empeñe, no le llega a Woody Allen ni a los tobillos-, había decidido no hacer caso de sus críticas cinematográficas. Uno leía con fruición las de Ángel Fernández-Santos, y cuando éste andaba en Berlín o Cannes, se resignaba a echar una mirada a los comentarios de Martí.Pero he aquí que el 25 de marzo leo su crítica sobre Angustia, de Bigas Luna, y no puedo por menos que hacer pública mi coincidencia con él y la consiguiente reconciliación. Dice don Octavi que la citada película es "un mundo coherente que integra desde los terrores infantiles hasta la logomaquia lacaniana sobre la pulsíón escópica".

Exacto. Es lo mismo que yo le dije a Reyes cuando salíamos del cine: "Hombre, la película está bien; pero a mí lo que más me ha gustado es cómo integra en el discurso fílmico la logomaquia lacaniana sobre la pulsión escópica". Marchando una de Libro de estilo para el Octavi.- Ángel Vivas.

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