Cartas al director

España y Bangladesh

He leído con auténtico asombro la carta por ustedes publicada el 24 de abril de un tal señor Diego Marín desde Toronto, Canadá.Soy licenciada universitaria y tengo mucho que aclararle a ese señor. Comparar la protesta de Bangladesh con las protestas estudiantiles no sólo de enseñanzas medias sino también de Universidad me parece una absoluta estupidez sin gracia alguna (ni siquiera esperpéntica).

El que estudiantes españoles, no celtibéricos (no porque no lo seamos lejanamente sino por la carga de violencia que desea incluir el señor Marín), protesten y lo hagan en alto por un sistema d...

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He leído con auténtico asombro la carta por ustedes publicada el 24 de abril de un tal señor Diego Marín desde Toronto, Canadá.Soy licenciada universitaria y tengo mucho que aclararle a ese señor. Comparar la protesta de Bangladesh con las protestas estudiantiles no sólo de enseñanzas medias sino también de Universidad me parece una absoluta estupidez sin gracia alguna (ni siquiera esperpéntica).

El que estudiantes españoles, no celtibéricos (no porque no lo seamos lejanamente sino por la carga de violencia que desea incluir el señor Marín), protesten y lo hagan en alto por un sistema de enseñanza que en Europa fracasó hace años es lógico y, sobre todo, es su derecho. No defiendo los actos violentos, pero es muy cómodo meternos a los estudiantes en un saco, etiquetarlo de violento e intentar callamos hasta la próxima vez. Señor Diego Marín, siga usted leyendo Prensa canadiense, ampliará su cultura, pero no califique lo que no sabe ni comprende.- Ana Cristina Domínguez Alonso.

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