Cartas al director

Situación del minusválido

Dos policías nacionales de un coche patrulla y dos más a pie se ocuparon de un minusválido en la calle de León durante 15 y cinco minutos, respectivamente. Su crimen... evidentemente: estaba vendiendo cupones de minusválidos. Después de una tensa espera, le mandaron meterse sus cupones en el bolsillo y marcharse de su zona. Salió andando malamente con sus muletas, apoyado sobre unas piernas retorcidas. La vergüenza y rabia en su cara fue todo un cuadro..., y el cuadro se complementó con un ciego, quien continuó vendiendo sus cupones al otro lado de la puerta del bar, a menos de tres metros.Est...

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Dos policías nacionales de un coche patrulla y dos más a pie se ocuparon de un minusválido en la calle de León durante 15 y cinco minutos, respectivamente. Su crimen... evidentemente: estaba vendiendo cupones de minusválidos. Después de una tensa espera, le mandaron meterse sus cupones en el bolsillo y marcharse de su zona. Salió andando malamente con sus muletas, apoyado sobre unas piernas retorcidas. La vergüenza y rabia en su cara fue todo un cuadro..., y el cuadro se complementó con un ciego, quien continuó vendiendo sus cupones al otro lado de la puerta del bar, a menos de tres metros.Estoy seguro de que la policía tiene sus razones, pero vamos a olvidarnos de la legalidad vigente por un momento; vamos a olvidarnos de los camellos, que cada día son más numerosos aquí, al lado del Congreso de los Diputados, y vamos a olvidarnos de los muchos problemas que azotan este y otros muchos barrios del país... ¿No ha llegado la hora de normalizar la situación de los minusválidos o, en su defecto, hacer la vista gorda, como en tantos otros casos, para que puedan vender sus cupones?-

Madrid.

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