Presos enfermos de SIDA piden la libertad condicional

Presos enfermos de SIDA ingresados en el hospital Penitenciario de Carabanchel han denunciado en una carta abierta las condiciones en que se encuentran y han solicitado que se les aplique la libertad provisional que la ley prevé para los enfermos incurables. La carta, firmada por 55 presos, de ellos 30 enfermos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, afirman que se encuentran en pésimas condiciones higiénicas, denuncian falta de personal médico y especializado 37 una carencia de material que provoca a veces situaciones dramáticas. Entre los presos se encuentra un joven de 30 años enfermo ...

Presos enfermos de SIDA ingresados en el hospital Penitenciario de Carabanchel han denunciado en una carta abierta las condiciones en que se encuentran y han solicitado que se les aplique la libertad provisional que la ley prevé para los enfermos incurables. La carta, firmada por 55 presos, de ellos 30 enfermos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, afirman que se encuentran en pésimas condiciones higiénicas, denuncian falta de personal médico y especializado 37 una carencia de material que provoca a veces situaciones dramáticas. Entre los presos se encuentra un joven de 30 años enfermo avanzado de SIDA, que contrajo en la cárcel, donde lleva ya 10 años.Las críticas de los presos se suman a las de los funcionarios de prisiones, que desarrollan estos días una huelga de celo en demanda de medidas preventivas contra la enfermedad.

La situación en las cárceles y el SIDA fue también ayer tema de debate en el Congreso de los Diputados, donde el ministro de Justicia, Fernando Ledesma, contestó a una interpelación presentada por el diputado del Partido Demócrata Gabriel Camuflas. Ledesma aseguró que en ningún caso se crearán cárceles especiales para. estos presos enfermos, ya que supondrían una discriminación.

Por otra parte, el Gobierno norteamericano ha denunciado como una maniobra de los servicios secretos soviéticos las informaciones publicadas en diversos medios que atribuyen el origen de la enfermedad a un error en un experimento militar norteamericano de ingeniería genética.

Páginas 26 y 27